Fue un día después de la conferencia histórica de Nanpaizi.
La Heroína Antijaponesa, camarada Kim Jong Suk, cuando hablaba con los compañeros, supo sobre un hecho de que unos soldados se habían sacrificados en un combate.
Ella anotó en la libreta el nombre de esa región y los nombres de los camaradas revolucionarios sacrificados, sintiéndose profundamente en el dolor de la pérdida de los camaradas revolucionarios.
Y dijo que, ellos no tenían que olvidar a los camaradas que sacrificaron sus vidas para la victoria de la revolución y considerarlo como un deber obligatorio y una conciencia de un revolucionario, y que no tendrían que olvidarlos para siempre cuando vivirían en el país liberado.
Al oír las palabras de la camarada Kim Jong Suk, las miradas de los soldados quedaron en su libreta.
De verdad, esa libreta fue una agenda sobre la guerra antijaponesa, en la que mostraba el mundo de la noble camaradería revolucionaria de la Heroína Antijaponesa, camarada Kim Jong Suk.
La Heroína Antijaponesa, camarada Kim Jong Suk miraba a cada página de esa libreta y pensaba en que cómo se cuidaría de los hijos de los compañeros de combate. Y dio un amor y beneficio caluroso de los padres verdaderos a los orfanatos de la Escuela Revolucionaria de Mangyongdae después de la liberación.