Póngase letras de registro Son letras prohibidas

El encuentro con el gran Líder Kim Il Sung, fundador de la inmortal idea Juche, sería el ardiente deseo de todos los creyentes de esta doctrina.

Mi deseo fue realizado durante la visita a la RPD de Corea.

¡Cuánto tiempo yo esperaba ese día!

Desde hace mucho tiempo, he leído muchos libros escritos por los ideólogos progresistas con la decisión de dedicar toda mi vida a las actividades sociales.

En este proceso, yo sentí simpatía por alguna ideología pero nunca he encontrado un libro que aclarara el método correcto para la emancipación social del ser humano.

Un día de hace diez años, yo leí un libro sobre la gran idea Juche.

La justeza y veracidad de la idea Juche me fascinaron. Yo llegué a conclusión de que sólo la idea Juche era la única idea directriz de nuestra época que dilucida el camino más correcto de la liberación de la humanidad. Yo descubrí precisamente en ella la verdad de revolución auténtica que me esforzaba tanto por encontrar.

Me sentía muy alegre como si un viajero hubiera encontrado el oasis en el desierto.

Desde aquel momento, he tenido el gran propósito de estudiar y aprender la idea Juche.

Yo organicé el Grupo de Jóvenes de Estudio del Kimilsungismo con los compañeros que compartían el propósito conmigo y empecé a dedicarme al estudio y a la divulgación y propaganda de esta doctrina considerándolo como mi máxima obligación.

Esto me sirvió de un punto de viraje al camino de la nueva vida auténtica. Yo asimilé profundamente la grandeza, justeza y veracidad de la idea Juche durante el estudio y tomé la firme decisión de avanzar por la vía que indicara esta doctrina.

Me he dedicado enteramente a nuestra sagrada causa hasta la fecha, guardando en lo profundo del corazón la ilimitada veneración al gran Líder Kim Il Sung, fundador de la gran doctrina revolucionaria, y el ardiente deseo de encontrarme con él.

Como si se percatara de mi pensamiento, el gran Líder se entrevistó con nosotros. ¡Con qué palabras podría expresar esta emoción y felicidad!

Nosotros plantamos un pequeño pino albar en la colina Mangyong, tomando una firme decisión de venerar altamente al gran Líder Kim Il Sung, seguir la idea Juche y luchar por la victoria de ella a escala mundial. Para seguir eterno e invariablemente por el camino del Juche junto con el árbol albar que estaría verde para siempre…

(Artículo escrito en 1982 por Surrender Singh, jefe del Grupo de Jóvenes de Estudio del Kimilsungismo de India)