El gran Líder Kim Il Sung acogía a todos siempre con amplia sonrisa y les profesaba el gran amor y confianza. Fue la personificación de la generosidad, magnanimidad y humanismo que cautivó el corazón de todo el mundo.
En la historia hubo muchos grandes y famosos hombres que hicieron alarde de las virtudes o abogaban por sus virtudes para gobernar el mundo entero, pero no hubo gran hombre como el Líder coreano quien abrazó y cuidó a todo el mundo con su gran generosidad y magnanimidad.
En toda su vida el gran Líder inscribió el mundo de benevolencia que se destaca por la confianza más firme, la obligación moral invariable y más auténtica y el amor más abnegado.
Sin distinción de los rangos, la raza y la diferencia de ideología y criterio religioso, trató afectuosamente a todas las personas y las cuidó hasta el fin con toda confianza.
La gran epopeya de benevolencia, cálido amor y grandes virtudes del gran Líder Kim Il Sung se recitará para siempre siendo objeto de ilimitada alabanza del pueblo coreano y de la humanidad progresista del mundo.