En 9 de diciembre de 1998 el Gran Dirigente, camarada Kim Jong Il se encontró con los funcionarios y les dio enseñanza que, el placer no estaba en comer más bien y vivir más rico que los otros, sino está en crear uno bueno para el pueblo, su placer está en el bienestar de los pueblos y que él no escatimaría nada a fin de eso.
Dijo que dirigía sobre terreno a las fábricas y las empresas de varios sectores como el ejército, lo cual era para el bienestar de los pueblos, nunca lo había considerado como el padecimiento, sin embargo, sentía gran orgullo y dignidad trabajando, también cuando llegaba a escuchar de que los pueblos llevaban una vida feliz, sentía gran ánimo aunque estaba cansado por trabajar olvidando de la comida y del descanso, y que los funcionarios debían hacer algo bueno para el pueblo si querían prácticamente hacerle contento.
Prosiguió que el placer de los pueblos era al mismo tiempo su placer, y que los funcionarios debían darse cuenta de eso, ya que debían trabajar con afán para el pueblo.
Eran las enseñanzas del Gran Dirigente quien nunca había apartado su destino con el de los pueblos en cada momento de su vida, las cuales indican qué era su lema de toda su vida.