El movimiento histórico-social es el movimiento creador de las masas populares. Esto es otro de los principios de la concepción Juche de la historia social que pone en claro las características del movimiento social e histórico.
El Secretario General Kim Jong Il dijo:
"El movimiento histórico-social es el movimiento creador de las masas populares que transforma la naturaleza y la sociedad."
Esto significa que dicho movimiento es el proceso en que las masas populares se van formando como el ser más poderoso capaz de transformar la naturaleza y la sociedad.
Dicho movimiento es impulsado por el movimiento creador de las masas populares que van transformando la naturaleza y la sociedad según su exigencia independiente.
Son ellas que van satisfaciendo sus necesidades de la vida por medio de acabar con lo viejo y crear lo nuevo, lo que son las características propias del movimiento social.
Es natural que en el movimiento de la naturaleza hay cambio de lo viejo por lo nuevo. Es posible decir que el proceso de su desarrollo es del cambio de lo viejo por lo nuevo, pero que no tiene sujeto, por lo que no puede haber una transformación intencional y consciente de acabar con lo viejo y crear lo nuevo. El animal, por más desarrollado que esté, vive si tiene con que alimentarse y muere si no lo tiene.
Sin embargo, el movimiento social tiene sujeto capaz de crear lo que necesita, por lo que se realiza el trabajo creador.
Los instrumentos de piedra de la edad paleolítica no se distinguen fácilmente de las piedras naturales. Al observarlos detenidamente uno llega a distinguirlos. Deben haberlos hecho por medio de pulir o romperlas. Eran rústicos, pero fueron productos del trabajo creador. Está de más decir que una infinita cantidad y diversidad de útiles necesarios para la vida rutinaria son productos del trabajo creador. El movimiento consciente de acabar con lo viejo y crear lo nuevo no se da en la naturaleza.
Es así que el movimiento social es el movimiento creador de las masas populares, lo que se debe a que ellas son un ser creador cuya naturaleza es la creatividad. Se valen de su creatividad para transformar la naturaleza y la sociedad para que les sirvan todavía mejor.
El sujeto de la historia exige acabar con lo viejo y crear lo nuevo. Quiere vivir independiente y libre de las trabas y supeditaciones de la naturaleza y la sociedad. Es la máxima necesidad del hombre social. No habrá nadie que quiera vivir dependiente de nadie y de nada.
Para ello debe acabar con lo viejo que le impide verificar su independencia. Así podrá vivir una vida independiente y creadora como dueño de la naturaleza, la sociedad y de sí mismo. Si no tuviese la aspiración a lo nuevo no habría creado nada, menos la naturaleza. La exigencia humana va siempre en crecimiento, por lo que el movimiento social se desarrolla ininterrumpidamente.
Las masas populares tienen además la capacidad de realizar su exigencia. Tienen conocimientos, tecnologías y experiencias necesarios para la transformación de la naturaleza y la sociedad, por lo que son creadoras de la historia.
El movimiento social es el movimiento creador de las masas populares. Esto fue demostrado por la historia humana.
Ellas libraron acciones creadoras de transformar la naturaleza para conseguir cosas necesarias para su existencia y progreso.
El hombre viene transformando la naturaleza para que le sirva todavía mejor. Rotura tierras ociosas, gana la tierra al mar y reforma géneros de plantas y animales para dar lugar al nacimiento de nuevas plantas y animales que no se conocían en la naturaleza misma. También domina ríos y montes para evitar todo tipo de calamidades naturales y fomentar condiciones favorables para su existencia.
Y el medio ambiente viene transformándose cambiando su fisonomía más servible y útil para el hombre.
Sin embargo, la destrucción del medio ambiente a nivel mundial amenaza con la existencia misma del hombre. Esto no se debe a las acciones creadoras del hombre sino a la codicia lucrativa y egoísta de los capitalistas monopolistas.
Las masas populares no sólo venían transformando la naturaleza, sino que van acumulando medios necesarios para su existencia. Fábricas ultramodernas, instrumentos de producción automatizada y robotizada, gigantescos edificios y obras arquitectónicas, centros de servicio cultural, gran variedad de medios para la vida, etc. son, ninguna excepción, productos del trabajo creador del hombre.
También las masas populares no cesaron de crear fortunas culturales de la sociedad impulsando así el desarrollo cultural de la humanidad.
Y luego la historia humana es el curso de la transformación incesante de la sociedad.
El proceso histórico del desarrollo de las sociedades: la sociedad esclavista, la sociedad feudal, la sociedad capitalista y la sociedad socialista, fue el curso de cambio de una sociedad por la otra. Las acciones creadoras encaminadas a transformar lo viejo en lo nuevo hicieron posibles que las sociedades humanas se cambiasen de la una por la otra mejor.
Respecto a Corea diríamos lo mismo. No cesaron las acciones transformadoras de las sociedades: el levantamiento de los campesinos de pantalones rojos del siglo 9; la guerra civil de los campesinos de fines del siglo 12 a principios del siglo 13; la guerra de los campesinos Gapho de 1894 entre otros, que se dieron en las dinastías de Coguryo, Silla, Corea y Choson de los Ries. Primero se arruinó el régimen esclavista, que fue sucedido por el feudal, que a su vez fue sucedido por el capitalista.
El pueblo coreano conducido por Kim Il Sung deshizo el régimen de dominación colonialista de Japón acabando con todo tipo de sistemas de explotación, para así construir el más avanzado régimen socialista y desarrollar lar tres revoluciones: ideológica, técnica y cultural acelerando vigorosamente el desarrollo social.
La historia humana fue el curso del crecimiento de la fuerza creadora de las masas populares.
La facultad creadora del hombre no es innata ni se aumenta por sí sola. Mientras lucha por transformar la naturaleza y la sociedad va adquiriendo conocimientos, destrezas y experiencias y templándose físicamente, en cuyo curso no cesa de desarrollar constantemente la facultad creadora y se va transformando cada vez más en otro ser más poderoso.
A lo largo de la historia el hombre viene transformando la naturaleza y la sociedad mientras fomenta su facultad creadora.
La historia de las fuerzas productivas es del crecimiento de la facultad creadora de conquistar la naturaleza. Para poder transformar la naturaleza el hombre mejoró instrumentos de trabajo, acumuló conocimientos científicos y técnicos y se templó en lo espiritual y físico.
La historia de la revolución social es de haber aumentado la capacidad revolucionaria de las masas populares encaminadas a transformar la sociedad. Lucharon por desmantelar el viejo régimen social y construir otro nuevo, en cuyo curso se concientizaron y se organizaron.
De veras, el movimiento social e histórico es, al pie de la letra, el movimiento creador de las masas populares.