Después del derrumbe del socialismo en la Unión Soviética y los países de Europa Oriental, hubo algunos países y muchos partidos políticos socialistas que intentaban construir el socialismo. Sin embargo, ningún dirigente y delegación del partido visitó el mausoleo de Lenin y colocó la ofrenda floral.
Pero, el día 4 de agosto de 2001, el gran Dirigente Kim Jong Il visitó el mausoleo de Lenin que está en la Plaza Roja de Moscú.
El gran Dirigente, al arreglar la cinta de la ofrenda floral como si le doliera el corazón sintiéndose el ambiente triste del mausoleo de Lenin, guardó silencio expresando el noble homenaje.
La existencia del líder de la clase obrera del mundo, que podía ser dejado en el olvido debido a los actos de los traidores que intentaban deshonrar y exterminar los precursores revolucionarios, se pudo brillar de nuevo en virtud de la visita del gran Dirigente Kim Jong Il al mausoleo de Lenin.
El mundo inclinó la cabeza ante la férrea convicción y voluntad del gran Dirigente, quien había decidido visitar el mausoleo de Lenin, precursor de la causa del socialismo mundial, considerando como conciencia y moral obligatorias del revolucionario y no haciendo caso de otros.
Un periódico ruso insertó un artículo que va lo siguiente: Kim Jong Il ha sido el primer visitante extranjero del rango superior quien visitó el mausoleo de Lenin, gran revolucionario y activista político del Estado del siglo ⅩⅩ, al cual ninguno había visitado después del derrumbe de la Unión Soviética. Es indudable que el rasgo de Kim Jong Il que respeta la historia ha de ser el ejemplo al cual los rusos debemos aprender naturalmente.
El mundo político, social y de prensas y la humanidad progresista de varios países alabaron el acontecimiento histórico hecho por el gran Dirigente Kim Jong Il que mostró el mundo noble de la obligación moral revolucionaria como “el acontecimiento internacional número 1 del año 2001”.
En el año siguiente, una gran sensación arrasó el mundo de nuevo.
El gran Dirigente Kim Jong Il se dirigió primero al Monumento de las Víctimas en la Guerra de la Patria durante la visita a la ciudad de Komcomolck-na-Amure de Rusia. El gran Dirigente, al arreglar con sinceridad la cinta de la ofrenda floral como durante la visita al mausoleo de Lenin, guardó silencio en homenaje a los mártires y recorrió con atención los conjuntos escultóricos que describieron la imagen de lucha de las víctimas en la Guerra de la Patria.
Los rusos se emocionaron mucho viendo la imagen noble del gran Dirigente quien recorría el monumento en la televisión. Desde el día próximo, se aumentaron las personas que visitaban aquel monumento siguiendo sus pistas.
El mundo sintió otra vez que Kim Jong Il es un gran hombre en realidad.