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NUESTRAS CIENCIAS SOCIALES DEBEN CONTRIBUIR SUSTANCIALMENTE A LOGRAR LA CAUSA DE LA IDENTIFICACIÓN DE TODA LA SOCIEDAD CON EL KIMILSUNGISMO-KIMJONGILISMO

    Mensaje a los científicos y funcionarios de

    la Academia de Ciencias Sociales con motivo

    del aniversario 60 de su fundación

    1 de diciembre de 101 de la era Juche (2012)

    

    

    Han transcurrido seis decenios desde que el gran Líder Kim Il Sung fundó la Academia de Ciencias Sociales, previendo que en un futuro saldrían victoriosos de la enconada Guerra de Liberación de la Patria.

    En ese transcurso, la Academia ha dado enorgullecedores pasos de avance, al igual que el desarrollo victorioso de la causa revolucionaria del Juche, bajo la atinada dirección y cálido amor del gran Líder Kim Il Sung y el gran Dirigente Kim Jong Il.

    En todo el proceso de la revolución coreana que ambos Líderes condujeron al triunfo bajo la bandera de la idea Juche, ellos concedieron importancia a las ciencias sociales y prestaron profunda atención a su desarrollo, convirtiéndolas en ciencias revolucionarias y autóctonas que contribuyen realmente al cumplimiento de la causa de las masas populares por la independencia.

    Kim Il Sung es un veterano de las ciencias sociales de la era de la independencia quien, con una extraordinaria clarividencia y destacada orientación, allanó un nuevo camino de su desarrollo y les imprimió un carácter autóctono y revolucionario.

    Al crear la imperecedera idea Juche y darles origen a las ciencias sociales jucheanas, aclaró su misión y tarea en nuestra época y guió acertadamente su materialización.

    Gracias a su dirección, las nuestras emprendieron un nuevo desarrollo autóctono, ajeno a todos los esquemas convencionales, y todas sus ramas, incluyendo la filosofía, la economía, la lingüística y la historia, han progresado de forma autóctona aportando a la lucha revolucionaria y a la labor de construcción a favor de la independencia de las masas populares, y han alcanzado altos niveles de desarrollo como ciencias humanas.

    Poseedor de una gran perspicacia y don de las ciencias, Kim Jong Il enriqueció en todos sus aspectos la idea Juche, la Songun, creada por su predecesor, mediante enérgicas actividades ideológicas y teóricas, logrando hacerla relucir como perfecta directriz de la era de la independencia y colocar en la posición más alta diversas manifestaciones de las ciencias sociales como la filosofía, el arte y la literatura jucheanos. En virtud de su atinada orientación, nuestras ciencias sociales han podido preservar la pureza de las ideas y teorías de nuestro Partido, rechazando resueltamente las reaccionarias de la burguesía, las teorías antisocialistas en todas sus formas y las maniobras de los renegados de la revolución, y enriquecerse ininterrumpidamente como las más revolucionarias y autóctonas. De hecho, Kim Jong Il es un ideólogo y teórico genial y titán de las ciencias sociales que hizo una contribución perdurable a la causa de la independencia de los pueblos y al desarrollo de las ciencias sociales de la época de la independencia.

    El gran Líder y el gran General formaron como revolucionarios a todos los investigadores de las ciencias sociales, teniéndolos en sus cálidos regazos, y los condujeron paso a paso para que respondieran a la confianza y expectación del Partido con resonantes éxitos en la investigación científica. Gracias a la gran muestra de confianza y amor de aquellas eminentes figuras, tanto los intelectuales viejos que han tenido una vida llena de vicisitudes como los de la joven generación que se han formado en el actual sistema social se han dedicado con dignidad al estudio científico y han hecho prevalecer su preciosa vida como soldados y discípulos de los Líderes. Estos son para todos ellos grandes maestros y padres afectuosos.

    Gracias a su sabia dirección y solícita atención, la Academia de Ciencias Sociales ha emergido como digna institución de ideologías y teorías de nuestro Partido y como centro de la investigación integral.

    En cada fase y período de desarrollo de nuestra revolución, la Academia defendió cabalmente el pensamiento y la autoridad de los Líderes y del Partido en respuesta a la política de este último y enriqueció el acervo espiritual y cultural de la nación con los valiosos logros en la investigación, contribuyendo al desarrollo de la ideología y teorías del Partido y el cumplimiento de la causa revolucionaria del Juche.

    Los científicos de la Academia evidenciaron y difundieron ampliamente la grandeza y las perennes proezas de los tres Generales del monte Paektu y la originalidad, justeza y vitalidad del kimilsungismo-kimjongilismo, redactaron una gran variedad de libros teóricos y diccionarios de valor patrimonial, tradujeron y editaron intachablemente los clásicos de la nación, así como descubrieron, identificaron y recuperaron inestimables objetos y otros vestigios históricos, con lo cual situaron nuestras ciencias sociales en una altura digna de la envidia del mundo y destacaron la superioridad de la historia y cultura nacionales.

    La gloriosa historia de la Academia y los logros en las ciencias sociales llevan impregnados la ardiente lealtad y los abnegados esfuerzos de nuestros científicos fieles sin límites al Partido y al líder para la prosperidad de la patria y el progreso de las ciencias sociales del país.

    Extiendo mis más cordiales felicitaciones y sincero agradecimiento a los científicos y funcionarios de la Academia y todos los demás especialistas en las ciencias sociales del país quienes, conscientes de su gran responsabilidad y misión para el Partido, la revolución, la patria y el pueblo, se han consagrado con toda su inteligencia y pasión al desarrollo de las ciencias sociales y la causa revolucionaria jucheana.

    Hoy nuestra obra revolucionaria ha entrado en una nueva fase histórica destinada a enaltecer como eternos Líderes a Kim Il Sung y Kim Jong Il e identificar plenamente a toda la sociedad con el kimilsungismo-kimjongilismo.

    Identificarla con esta doctrina es el programa supremo de nuestro Partido y la bandera para su eterna victoria. Nos corresponde preparar a todos los miembros de la sociedad como inflexibles kimilsungista-kimjongilistas, desarrollar todos los renglones de la vida social según las exigencias del kimilsungismo-kimjongilismo y hacer de nuestra patria una potencia y un estado socialista altamente civilizado que realiza plenamente el ideal y el deseo del pueblo. Esta es la más noble e importante tarea revolucionaria que hoy asumen nuestro Partido y pueblo, continuadores de la obra del gran Líder y del gran General.

    Para lograr la causa de la identificación de toda la sociedad con el kimilsungismo-kimjongilismo, los científicos tienen la honrosa responsabilidad de cumplir el papel de precursores y orientadores.

    Las tareas esenciales que el sector de las ciencias sociales enfrenta actualmente son seguir haciendo válidas las imperecederas proezas realizadas por los Líderes para la causa jucheana y hallarles soluciones satisfactorias a los problemas teóricos y prácticos que surgen en la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero, como un significativo aporte a la obra de la identificación de toda la sociedad con el kimilsungismo-kimjongilismo.

    Para lograr que nuestras ciencias sociales contribuyan sustancialmente a la edificación de una potencia como armas eficientes de la práctica revolucionaria, es necesario producir nuevos cambios trascendentales en sus investigaciones.

    Nuestras ciencias sociales mantendrán al pie de la letra su carácter revolucionario y sus orgullosas tradiciones como ciencias kimilsungista-kimjongilistas.

    Este es el principio básico y el rumbo general que debemos tomar permanentemente en la construcción de las ciencias sociales jucheanas.

    Materializar cabalmente la ideología y dirección del Partido y el líder es una vía que permite a las ciencias sociales contribuir verdaderamente a la lucha revolucionaria y el desarrollo social consagrados a allanar el destino de las masas. Materializarlas constituye la garantía fundamental y el sustento para el desarrollo de las ciencias sociales revolucionarias.

    Con el progreso de la época y el desarrollo de la revolución se diversifican los objetos de estudio de las ciencias sociales y se estudian y aplican nuevos métodos de investigación, pero las nuestras deben mantener invariablemente su carácter revolucionario. A nuestros científicos les atañe resolver todos problemas que tropiezan en la investigación tomando como única guía el kimilsungismo-kimjongilismo y lograr que todas sus actividades de investigación sirvan para materializar los proyectos y propósitos del Partido y el líder y aporten a la práctica revolucionaria. Se empeñarán para que jamás se cuele ninguna idea nociva como la burguesa ni elemento extraño en todo el proceso de la investigación científica encaminada a explicar y demostrar la justeza y vitalidad de las ideas, lineamientos y políticas del Partido o solucionar cuestiones que encaran en la práctica revolucionaria.

    Hace falta mantener con firmeza nuestra propia metodología en la estructuración de las ciencias sociales, combinar la teoría con la práctica revolucionaria y atenernos estrictamente al principio del historicismo.

    Estos tres elementos devienen la vía más correcta para el desarrollo de las ciencias sociales sobre la base de la idea Juche y una demanda de principios que asegura el éxito en la investigación de dichas ciencias.

    En el sector de las ciencias sociales deben plantear todos los problemas poniendo a su centro al hombre y a las masas populares, conforme a los requisitos de la idea Juche, y resolverlos conforme a las exigencias e intereses del pueblo y a la realidad del país. En la lucha revolucionaria y la labor de construcción, nuestro Partido siempre tiene en alta estima las exigencias e intereses del pueblo y la realidad concreta del país e insiste en nuestro estilo.

    Uno de los importantes requerimientos para la aplicación de nuestra propia metodología es pensar y actuar de manera creadora e innovadora.

    Hoy nuestro Partido exige que todas las ramas erradiquen la rigidez, se renueven con audacia y creen lo nuevo a la altura de la nueva centuria. La continua metamorfosis de la era y la sociedad no permite que mantengamos una misma postura. Al atribuir importancia a las funciones de la Banda Moranbong que ha renovado estilos y métodos en reflejo del espíritu del tiempo y la tendencia actual, nuestro Partido pretende que todos los sectores, libres del modo de pensar endurecido y viejos esquemas, aprendan de su estilo de creación con carácter innovador y hallen la manera de renovar el trabajo.

    A los investigadores de las ciencias sociales les compete rechazar la mentalidad anacrónica, invariable y rígida, y resolver todos los problemas que enfrentan en la investigación de forma innovadora y de acuerdo con la demanda de la revolución que avanza a un ritmo acelerado y con la realidad concreta del país.

    Es preciso resolver los problemas reales que tropiezan en el proceso revolucionario y constructivo combinando la investigación de las ciencias sociales con la práctica revolucionaria, así como ir situando las teorías de esas ciencias en una nueva altura.

    Una teoría en vacío que no dé solución a la exigencia de la práctica revolucionaria, una teoría o conocimiento que no se hayan comprobado en la práctica, no tienen ningún sentido. Los especialistas en las ciencias sociales se adentrarán en la realidad, buscarán cuestiones apremiantes en la práctica revolucionaria, profundizarán en su solución tomándolas como objetos de estudio y se esforzarán con tesón para aplicar sus logros de la investigación a la práctica revolucionaria.

    Les atañe contemplar al mundo con los pies puestos en su tierra, tal como enseñó el gran General, y trazar la alta meta de desarrollar nuestras ciencias sociales como las más científicas, revolucionarias y superiores del mundo tanto en su influencia como en su adaptación a la práctica. Debemos colocar con seguridad en los primeros puestos del mundo todos los renglones de nuestras ciencias sociales, en la misma medida en que las ideas y teorías revolucionarias del Partido ocupan el puesto más elevado y brillante en toda la historia de la humanidad y se patentizan su superioridad y vitalidad. En ese sentido resulta importante solucionar con principios y a fondo los problemas que encaran en la investigación de las ciencias sociales.

    No estamos hablando de las ciencias que se limitan a la mera interpretación de un fenómeno social o hecho histórico, sino de las que con el esclarecimiento de su esencia y legitimidad impulsan el movimiento social y el progreso de la historia. Sin profundizar teóricamente en la investigación de las ciencias sociales, no se puede aclarar correctamente la esencia del problema planteado y la legitimidad del desarrollo y a la larga ellas pierden su vitalidad como tales. Algunos trabajos del sector de las ciencias sociales, si bien abordan temas importantes desde el punto de vista político, casi no difieren de otros ordinarios y no tienen una buena aceptación, lo cual guarda relación con la insatisfactoria solución científica y poca profundidad teórica. Para cumplir su misión, esos trabajos deben encontrarle una solución científica al asunto planteado, tener el carácter filosófico y crear lo nuevo. Una obra carente del carácter filosófico y creativo no puede ser considerada como una obra científica y teórica.

    No hay que redactar trabajos con palabras rebuscadas que pueden entender solamente los especialistas, con tal de lograr la profundidad teórica en la investigación de las ciencias sociales. En esta investigación deben redactar trabajos de fácil comprensión, aprendiendo de la sencillez de los escritos del gran Líder y del gran General, los cuales se caracterizan por ser lógicos y comprensibles para cualquiera y conllevar profundos significados.

    Aplicar correctamente el principio del historicismo es una demanda importante que se debe mantener en la investigación de las ciencias sociales.

    Los objetos de su estudio son ideas, teorías, hechos y vestigios históricos que surgen y desarrollan en determinadas circunstancias históricas e influyen en el destino del hombre y el progreso social. Al aplicar correctamente el ya mencionado principio, se puede aclarar con acierto y evaluar justamente todos los problemas que fueron planteados en el pasado o que se plantean en la práctica actual, así como atribuirles valores científicos tanto para la actualidad como para un futuro lejano.

    En la investigación de las ciencias sociales no se debe analizar o valorar los hechos de manera subjetiva, sin tener en cuenta las condiciones y circunstancias históricas, ni exagerarlos o tergiversarlos. No escribirán de forma superficial, sino con claridad y exactitud, sobre la base de los hechos y datos históricos, aunque se trate de un solo tema o una sola expresión.

    Con miras a colocar nuestras ciencias sociales en un peldaño superior a tono con los postulados de la identificación de toda la sociedad con el kimilsungismo-kimjongilismo, debemos dar un viraje revolucionario en las labores de la Academia de Ciencias Sociales.

    Este es el centro nacional de investigación de las ciencias sociales y un órgano para la consulta científica y teórica de nuestro Partido y Estado.

    Asume la importante misión de defender en lo científico y teórico al Partido con relevantes éxitos de la investigación, ayudar al Partido y el Estado en la elaboración de la política y orientar e impulsar el desarrollo de las ciencias sociales del país en su conjunto. Solamente cuando desempeñe impecablemente su papel de firme defensor de la política del Partido y ayudante fiel y excelente consejero del Partido, se puede afirmar que cumple su responsabilidad y deber como importante órgano ideológico y teórico.

    Ante todo, le toca disertar, comprobar y difundir ampliamente la veracidad, originalidad, justeza y gran vitalidad del kimilsungismo-kimjongilismo.

    Le atañe profundizar en el estudio de la idea Juche y de teorías revolucionarias y métodos de dirección humanocéntricos expuestos por ella y escribir muchos trabajos que explican y divulgan el kimilsungismo-kimjongilismo. Le corresponde dilucidar con principios y razonamientos la grandeza y vitalidad de la idea y política del Songun de nuestro Partido, en el marco del kimilsungismo-kimjongilismo.

    Otra tarea suya es esforzarse para sistematizar y teorizar científicamente, como un legado a la posteridad, los grandes éxitos y valiosas experiencias adquiridas por el Partido y pueblo en la lucha revolucionaria y la labor de construcción.

    Durante muchos años de la dirección del proceso revolucionario y constructivo bajo la bandera del Juche, el gran Líder y el gran General recorrieron un camino revolucionario de la independencia, un camino original del Songun y un camino del socialismo que no fue transitado por nadie. En ese proceso realizaron inmortales proezas y adquirieron valiosas experiencias que resplandecerán para siempre en la historia. Formular esas proezas y experiencias para luego entregarlas a la posteridad es una tarea importante de los estudiosos de las ciencias sociales de la actualidad.

    A la Academia de Ciencias Sociales le incumbe cumplir su responsabilidad al sistematizar científica y teóricamente, disertar y divulgar la inmortal historia y hazañas de los grandes hombres del monte Paektu, patrimonio perpetuo del Partido y la revolución y eterna piedra angular para la construcción de un Estado poderoso y próspero, de manera que la historia de los Líderes prosiga siglo tras siglo.

    También le corresponde generalizar en lo científico y teórico los éxitos y las experiencias obtenidos por nuestro Partido, ejército y pueblo en el incesante avance del proceso revolucionario y constructivo frente a disímiles desafíos del imperialismo y la reacción, así como el espíritu de la época exhibido por militares, civiles y cuadros y sus experiencias de lucha, de modo que sea un capital inestimable para la prosperidad de la nación.

    Además, asume la importante tarea de seguir desarrollando todas las ramas de las ciencias sociales y estudiar y resolver los problemas que se plantean en la edificación de un Estado socialista poderoso y próspero, para que ello tenga efectos en la realidad.

    En las esferas de la filosofía y las ciencias socio-políticas realizarán con metodología la labor político-ideológica en atención a la exigencia de la realidad, con vista a solucionar correctamente el problema de poner de manifiesto el potencial espiritual y la creatividad de las personas y otros que se plantean para defender nuestro socialismo centrado en las masas populares y consolidar por todos los medios el terreno político-ideológico de nuestra revolución.

    En la esfera de la economía resolverán con intrepidez los problemas teórico-prácticos que se presentan en la construcción de la potencia económica, entre otros el de investigar y perfeccionar a nuestra manera el método de administración de la economía socialista y el de extender y aprovechar al máximo los recursos del saber de la nación, con arreglo a la exigencia de la era de la economía del conocimiento. De esta manera lograrán que nuestra ciencia económica contribuya al fomento de la economía nacional y la mejoría de la vida poblacional.

    A la esfera del derecho le incumbe perfeccionar más la teoría de la construcción estatal y la jurídica conforme a la exigencia de la construcción de un Estado poderoso y próspero y explicar bien las leyes como las de la economía y contribuir a establecer firmemente en todo el país un ambiente favorable al orden jurídico y la observancia de las leyes.

    En las esferas de la historia, el folklore y la arqueología desplegarán con vigor las actividades encaminadas a descubrir, comprobar, heredar y enriquecer gran cantidad de excelentes acervos culturales creados por el pueblo y se empeñarán en la investigación científica llamada a contrarrestar científicamente la tergiversación y falsificación de la historia nacional.

    En la esfera de la filología se resolverán bien los problemas que surgen para realzar más las ventajas de la lengua y la escritura coreanas e imprimir el carácter noble y civilizado en el lenguaje en la sociedad.

    A la esfera del arte y la literatura le compete profundizar en la investigación de ideas y teorías autóctonas de nuestro Partido y estimular nuestro arte y literatura para que desarrollen con vigor creando sin cesar lo nuevo.

    A la esfera del clasicismo nacional le corresponde trazar la alta meta de finalizar cuanto antes la traducción y compilación de importantes obras clásicas nacionales, convertirlas en valiosos materiales de disfrute del pueblo y tesoros nacionales e impulsar con fuerza esa tarea.

    La Academia de Ciencias Sociales también pondrá empeño en seleccionar y clasificar los datos históricos del país, los de la historia, la cultura y el desarrollo socio-económico de otros países, los de la agresión y los crímenes de los imperialismos yanqui y japonés, etc.

    A los estudiosos de las ciencias sociales les compete captar con tino en la realidad los problemas que deben resolver con ayuda de la política, adoptar y presentar medidas eficaces que ayuden a solucionarlos satisfactoriamente. Hicimos un llamamiento para materializar el espíritu de la histórica reunión conjunta de Changsong y convertir todos los distritos en paraíso del pueblo. Pienso que respecto a ello los científicos puedan elegir una unidad, estudiar y presentar el proyecto más racional de su desarrollo de largo alcance.

    La Academia de Ciencias Sociales explorará nuevas ramas de investigación y las desarrollará a nuestra manera.

    Actualmente, con el progreso de la sociedad se diversifican las esferas de la investigación de las ciencias sociales y se aplican nuevos métodos, y por consiguiente se exploran nuevamente la ciencia aplicada y la interdisciplinaria. De ninguna manera las ramas de estudio de las ciencias sociales o las ciencias ramales pueden permanecer inmutables. Por el momento, en el sector de las ciencias sociales realizarán activamente la investigación científica encaminada a explorar a nuestra manera la sociología aplicada y otros renglones necesarios para la práctica de nuestra revolución y ampliar gradualmente su envergadura.

    La Academia de Ciencias Sociales fomentará más la divulgación de la idea Juche y los intercambios científicos de distintas disciplinas con otros países para divulgar y propagar ampliamente esa doctrina de nuestro Partido y los éxitos en la investigación de las ciencias sociales e inducir a nuestros científicos a que sean sensibles a la tendencia mundial para reflejarla en la investigación. También se empeñará en redactar y editar gran número de libros de ciencias sociales de inestimable valor para el exterior.

    Pondrá bajo su control el conjunto de las investigaciones del sector de las ciencias sociales, las desarrollará dando alas a la inteligencia colectiva y prestará debida atención a solucionar problemas de manera unificada.

    Como la investigación de las ciencias sociales se realiza en varias unidades, se estrecharán sus relaciones con la Academia de Ciencias Sociales como centro y unirán la inteligencia y fuerza para la solución de los problemas.

    Elevarán más la función y el papel del Comité de Dirección de Ciencias Sociales creado por la iniciativa del gran General, con el objetivo de impulsar enérgicamente la investigación científica con varias formas y métodos como el análisis y debate en colectivo y la investigación conjunta de las cuestiones planteadas en las academias de distintas disciplinas.

    La Academia de Ciencias Sociales establecerá un ordenado sistema de evaluación de los éxitos en la investigación de las ciencias sociales y realizará con responsabilidad la evaluación de grados científicos y la calificación de categorías de los investigadores. En conformidad con la exigencia de la realidad en desarrollo, estructurará bien los centros de investigación y renovará más la organización y dirección de la investigación científica.

    Con miras a desarrollar las ciencias sociales de acuerdo con el propósito del Partido y cumplir con éxito sus tareas, la Academia de Ciencias Sociales debe elevar decisivamente el sentido de responsabilidad y el papel de los científicos.

    Estos son intelectuales revolucionarios y soldados del Partido a quienes el gran Líder y el gran General apreciaban más que a nadie y formaron dedicando ingentes esfuerzos. Considerándolo siempre como un gran honor y orgullo, los científicos se esforzarán con denuedo para corresponder a la confianza y esperanza del Partido.

    La lealtad hacia el Partido y el Líder es la razón de ser de los investigadores de las ciencias sociales. Dicen que la ciencia no tiene la frontera, pero la convicción de nuestros científicos sí tiene la frontera y posición revolucionaria. Los estudiosos de las ciencias sociales deben ser auténticos intelectuales del Partido y consecuentes revolucionarios que confían solamente en su líder y Partido, tienen la ideología del líder como su firme credo revolucionario y científico y defienden y ejecutan resueltamente la línea y la política del Partido. Deben ser verdaderos patriotas kimjongilistas que aman sin límites nuestra patria socialista, inapreciable legado revolucionario del gran Líder y el gran General y que contribuyen activamente a la construcción de un Estado poderoso y próspero con los grandes éxitos laborales.

    La alta competencia es el bien más valioso para los científicos. Estos enardecerán la fiebre de la emulación de la competencia y elevarán constantemente su nivel de preparación política e ideológica y aptitudes científico-teóricas. Al estudiar en su aspecto histórico, de forma global y a fondo los documentos del Partido, asimilarán plenamente las ideas, las teorías, los lineamientos y las políticas de nuestro Partido, analizarán con un criterio político los fenómenos sociales y sabrán resolver los problemas conforme al propósito del Partido.

    Al implantar un ambiente de estudio revolucionario, se versarán en sus especialidades, poseerán amplios conocimientos de distintas ramas como las afines y tendrán un buen dominio de idiomas extranjeros.

    Todos los investigadores de las ciencias sociales se harán genuinos intelectuales revolucionarios que sostienen al Partido con la convicción científica y la conciencia, así como científicos y talentos excelentes capaces de cumplir cualquier tarea de investigación.

    Es preciso mejorar decisivamente la informatización de las ciencias sociales, un requisito importante para desarrollarlas de manera sostenida y racional en la actual era de la economía del conocimiento. De lo contrario, no es posible obtener éxitos en los estudios, ya que el volumen de conocimientos aumenta de manera explosiva y los medios de tecnología informática como la computadora se aplican ampliamente en la investigación científica.

    A la Academia de Ciencias Sociales le corresponde mejorar sin cesar sus actividades informáticas incluyendo la recolección, análisis, almacenamiento y servicios de informaciones en atención a la tendencia mundial para asegurar oportunamente los datos necesarios para la práctica de la revolución y emplearlos con eficiencia en la investigación científica. Se reforzarán la biblioteca electrónica y otras bases de la informática al servicio de la investigación científica y se aplicarán los logros de la electrónica y la multimedia para que nuestras ciencias sociales logren un desarrollo ininterrumpido con la ayuda de inagotables recursos del saber y sirvan para cubrir las demandas espiritual y cultural del pueblo.

    Es necesario operar cambios en la formación de excelentes especialistas en ciencias sociales.

    En nuestros días en que todo depende de la capacidad de los profesionales, no podemos pensar en el desarrollo y perspectiva de nuestras ciencias sociales si no formamos competentes especialistas en esas materias.

    La Academia de Ciencias Sociales renovará las labores docentes en sus cursos doctorales y en el instituto superior para formar una mayor cantidad de científicos dotados con la concepción revolucionaria del mundo y amplios conocimientos de su disciplina y de otras, de manera que resalten las imperecederas proezas que el gran General realizó para la formación de sobresalientes especialistas en ciencias sociales.

    Seguirá mejorando el contenido de la enseñanza y el método didáctico en el referido instituto, teniendo en cuenta sus características como centro docente perteneciente a la Academia, para que sus graduados sean altamente competentes como para protagonizar con seguridad el futuro desarrollo de las ciencias sociales del país. El instituto, a su vez, debe formar a los estudiantes como especialistas con buena preparación política y profesional capaces de servir realmente para la revolución y no como meros teóricos que se encierren en el despacho. La Universidad Kim Il Sung y otros centros de educación superior deben formar a gran número de competentes especialistas en ciencias sociales y destinarán a sus excelentes graduados a la Academia de Ciencias Sociales.

    Se reforzará la dirección del Partido sobre esta, en tanto que el Estado y la sociedad le prestarán profunda atención.

    Las organizaciones del Partido y los departamentos de su Comité Central ofrecerán una asistencia política más eficiente y más activa a las labores de la investigación, de manera que se materialicen cabalmente los legados del gran Líder y el gran General y se ejecute al pie de la letra la orientación del Partido para el sector de las ciencias sociales. Transmitirán a tiempo los documentos del Partido y las resoluciones y directivas de este y el Estado a los dirigentes e investigadores del sector, de modo que ellos, conscientes de los pensamientos y propósito del Partido, los apliquen en sus actividades. Asimismo prestarán profunda atención al suministro de materiales necesarios para la investigación.

    La organización del Partido en la Academia de Ciencias Sociales organizará y dirigirá la vida interna de los militantes en atención a sus peculiaridades como colectivo de intelectuales. Se concentrará en la educación política e ideológica de los científicos, para que con un gran orgullo, entusiasmo y espíritu emprendedor dediquen toda su energía y talento a la investigación científica. El personal de la Academia estará integrado por científicos viejos y jóvenes en una proporción racional, para asegurar la continuidad de la investigación científica.

    La sociedad prestará mayor interés a las ciencias sociales, respetará a sus investigadores y los ayudará en su trabajo.

    Al insistir en la importancia de las ciencias, nuestro Partido exige que concedan importancia no sólo a las ciencias naturales sino también a las sociales. Los especialistas en ciencias sociales son joyas del país, pues crean bienes ideológicos y espirituales, los más importantes y valiosos de la riqueza social. Para transformar toda la sociedad según el kimilsungismo-kimjongilismo es imprescindible desarrollar con preferencia las ciencias sociales y elevar la función de quienes las estudian.

    Las organizaciones del Partido, las instituciones estatales y los dirigentes deben tener un correcto concepto y comprensión de las ciencias sociales y prestar profunda atención a su desarrollo. El Estado debe tratar con respeto y preferencia a los profesionales de ese sector y crear óptimas condiciones material y técnica para su investigación científica. Asimismo, les asegurará buenas condiciones de trabajo y vida, de manera que puedan consagrarse en cuerpo y alma a la investigación científica que es su principal tarea revolucionaria.

    Nuestro Partido deposita una gran confianza en la Academia de Ciencias Sociales y en sus especialistas.

    Conscientes de esto, los funcionarios y profesionales de la Academia y demás especialistas en ciencias sociales deben lograr avances decisivos en la investigación científica y así contribuir sustancialmente a la identificación de toda la sociedad con el kimilsungismo-kimjongilismo.