Estimado compañero Kim Jong Un pronuncia discurso de bienvenida ante los habitantes damnificados

 

 Pyongyang, 16 de agosto (ACNC) -- El estimado compañero Kim Jong Un pronunció el día 15 el discurso de bienvenida ante los habitantes de las zonas anegadas, que llegaron a Pyongyang.

 Su texto sigue:

 Habitantes de las provincias de Phyong-an del Norte, Jagang y Ryanggang;

 Estimados pobladores de distintas localidades:

 ¡Hola!

 Ante todo, quisiera agradecerles por haber confiado y actuado en consonancia con las medidas adoptadas por el Partido y el Gobierno.

 Debe haberles sido bastante penoso el largo viaje.

 Me alegra poder recibirlos y darles bienvenida aquí en Pyongyang.

 Nuestros escolares y niños:

 ¡Bienvenidos!

 Para mí es una gran fortuna poner un hotel con buenas condiciones a la disposición de los ancianos, madres con bebés, ex militares heridos y niños que llevaban una vida incómoda en las zonas fronterizas y otras damnificadas en el interior septentrional del país.

 El Hotel 25 de Abril y la Base de Entrenamiento de Desfiles están listos para acogerlos y brindarles los mejores servicios.

 No dejaremos de esforzarnos para que todos ustedes tengan aquí una estancia confortable.

 También elaboraremos bien el programa de visitas para que pasen momentos gratos e impresionantes en distintos lugares de la capital como los centros culturales.

 A partir de hoy van a alojarse en el Hotel 25 de Abril consagrado a los delegados a las grandes conferencias nacionales, así como en la Base de Entrenamiento de Desfiles, acondicionada excepcionalmente para crear las condiciones y el ambiente apropiados a los militares que participan en las paradas.

 También en la segunda mitad de este año prevemos varios acontecimientos nacionales, pero decidimos poner estos establecimientos a su disposición exclusiva.

 Están en sus casas, así que pasen aquí los días sin ninguna preocupación.

 A algunos de ustedes les puede resultar difícil moverse y otros quizás tengan que hacer esfuerzos que el cuerpo no soporta. Haremos lo que esté a nuestro alcance para que escojan y realicen actividades de su gusto y agrado, teniendo en todo caso la prioridad de la salud y la paz como norma inviolable.

 Hoy es un día realmente emocionante y alegre.

 Los días como hoy son los más orgullosos para nuestro Partido y Gobierno.

 Ustedes tienen todo derecho a ser objeto de la bienvenida tan calurosa y los servicios tan cordiales. Nuestro Partido y Gobierno asumen el deber de encargarse totalmente y asegurar la vida y la salud de todos los ciudadanos de la República.

 Esto requiere de su plena responsabilidad y constituye su tarea primordial.

 Vale destacar que ustedes son parte integrante de nuestro valioso pueblo que han consagrado su vida a la prosperidad y el desarrollo del Estado siguiendo invariablemente a nuestro Partido y, aunque han quedado sin hogar por las imprevistas calamidades naturales, aprecian como nunca antes la fe en él y la mantienen inalterable.

 Solamente por su gran papel de pilares que sostienen con firmeza a nuestro Partido y Estado y por su digna existencia como encargados del porvenir del país, se merecen la más amable hospitalidad y los mejores servicios.

 Espero que su estancia en Pyongyang sea una sucesión de días agradables y memorables gracias a los más genuinos sentimientos y devoción de los capitalinos.

 Me ha conmovido profundamente el noble mundo espiritual de los capitalinos que se han sumado de corazón al empeño del Partido y el Gobierno de paliar cuanto antes la desgracia de los habitantes de las zonas recientemente afectadas por el siniestro.

 En estos mismos momentos un buen número de miembros del Partido y jóvenes de la capital libran sobre el terreno la campaña de recuperación y continúa sin interrupción la asistencia de la capital a las zonas damnificadas.

 Resulta doloroso que el desastre natural haya asolado parte del territorio nacional y lastimado los corazones de sus habitantes, pero frente a las penas y dificultades la gran familia socialista se ha unido más con el noble espíritu.

 Con esa unidad de toda la sociedad como base, se ha reafirmado además nuestra convicción de convertir el actual infortunio en una oportunidad trascendental para el florecimiento de las localidades.

 Metamorfosearemos las localidades.

 Este es nuestro ideal y tenemos capacidad para ello.

 Si bien la última catástrofe natural frenó nuestro avance, en tan duras pruebas descubrimos otro motor capaz de preservar y realizar nuestro ideal.

 Con esa fuerza construiremos de forma más hermosa y magnífica las aldeas natales, puestos de trabajo y escuelas de ustedes que forman parte de la preciosa patria.

 No nos limitaremos a rehabilitar las zonas dañadas sino convertirlas en el modelo y el manual de la urbanización, modernización y civilización del campo.

 En un futuro no lejano las zonas azotadas por la inundación y la crecida se metamorfosearán y enriquecerán irreconociblemente.

 Por eso les deseo que no se preocupen de nada y tengan una estancia cómoda y feliz.

 A los funcionarios y empleados del Hotel 25 de Abril y la Base de Entrenamiento de Desfiles y otras personas competentes les sugiero que hagan esfuerzos tesoneros para que los damnificados aquí presentes retornen más robustos y saludables a su terruño entrañable y metamorfoseado.

 Con la esperanza de que los miembros del equipo móvil de enseñanza y educación de niños y del equipo ambulante de servicios médicos y del cuidado de ancianos laboren con devoción y desinterés, les confío a nuestros viejos, madres y niños.

 Aprovecho la oportunidad para reiterar mi agradecimiento a ustedes que confían invariablemente y siguen con lealtad a nuestro Partido.

 Compañeros:

 La confianza del pueblo es el tesoro más valioso, incomparable con cualquier riqueza material.

 Les afirmo una vez más que asumiremos gustosos cualquier trabajo, por muy duro que sea, para responder a la confianza ilimitada del pueblo y le seremos fieles con total entrega.

 Hoy es el día significativo en que se liberó el país.

 Deseo de corazón que todos los damnificados aquí reunidos, incluyendo los ancianos y las madres, estén tranquilos y cómodos, celebren con alegría la fiesta y disfruten de horas impresionantes y significativas durante su estancia en la capital de la amada patria.

 Gracias.