En el corazón de todos los coreanos están arraigados el gran orgullo y dignidad de tener al estimado compañero Kim Jong Un quien enaltece al pueblo como el cielo y dedica todo lo suyo si es para la felicidad de la población, y el valor descomunal y fe en la victoria de que no hay nada que temer e irrealizable en el camino de seguir su orientación. Es por eso que el pueblo coreano, llenos de optimismo, siempre confía en la victoria.