Dos realidades contrarias observadas a través del tema de viviendas

Las viviendas con terrazas levantadas a la ribera del río Pothong de Pyongyang, capital de la RPD de Corea, hacen gala de su maravilla y las de repartos Songhwa y Hwasong ostentan sus peculiaridades.

El Estado las distribuyó a gratis a trabajadores ordinarios que hacían aporte al desarrollo nacional con los conocimientos, ardiente entusiasmo y esfuerzo creador. En la RPD de Corea donde se realiza el ideal de conceder prioridad a las masas populares los ciudadanos no tienen idea alguna del precio de sus hogares.

Cierta vez, una publicación norteamericana informó sobre precios de viviendas en una zona situada al norte de California, según lo cual el precio más caro es de 33 millones dólares y el más barato es de 1.2 millones dólares.

Las cifras ponen al desnudo la realidad de EE.UU. donde los trabajadores ordinarios nunca pueden vivir en viviendas acomodadas, por muy laboriosos que sean toda la vida.

En EE.UU. las casas lujosas son un privilegio de adinerados que no pasan de ser un puñado en la sociedad.