La lucha tenaz en los últimos tres años dio al Partido del Trabajo de Corea y el pueblo la confianza de que podían cumplir con toda seguridad el plan quinquenal cuyo objetivo es asentar firmemente la base de la economía nacional y su desarrollo sostenible.
Gracias a la ofensiva perseverante librada después del VIII Congreso del PTC, se obraron grandes cambios positivos en la mentalidad ideológica de la población, específicamente de jóvenes. Se elevaron el entusiasmo revolucionario y el ímpetu de lucha y se levantaron con dinamismo todos los sectores.
Esto constituye un recurso más precioso y poderoso para el avance y desarrollo, y se puede declarar que el país ha superado el momento más difícil, punto límite en la lucha por cumplir la tarea del Congreso del Partido.
En conclusión, la RPD de Corea abrió, durante el Ⅷ período del CC del PTC, la era de desarrollo integral del socialismo en que se revitalizan a la vez todos los sectores de la economía y la cultura, además de la defensa nacional, se transforman simultáneamente la capital y otras localidades y se producen grandes cambios tanto en las zonas urbanas y rurales como en el aspecto ideo-espiritual de la gente.