Brillantes hazañas de las mujeres realizadas en la guerra

En la historia de la gran victoria en la guerra coreana (1950-1953) se ostentan también los méritos de las mujeres coreanas quienes se pusieron de pie resueltamente en la defensa de la patria, en acato al llamamiento del Líder, y lucharon valientemente.

En las furiosas llamas de la guerra ellas consagraron sin vacilación la juventud y la vida por el líder, por la patria y por el pueblo, y en este período salieron más de 10 Heroínas y casi 20 mil poseedoras de una condecoración estatal.

De ellas se destaca la Heroína An Yong Ae quien arriesgó la vida en la retaguardia enemiga para regresar a su unidad con la fuerza de añoranza a la Comandancia Suprema y en el último momento de su vida pidió encarecidamente que entregara su carné y cuota del partido al Comité Central. Su noble mundo espiritual vive para siempre en el corazón del pueblo coreano junto con el valioso calificativo Verdadera hija del Partido.

La Heroína Jo Sun Ok, una enfermera ordinaria de 21 años de edad, se lanzó con una bomba a un tanque enemigo gritando ¡Viva el General Kim Il Sung! Su nombre brilla para siempre junto con Yepunhi, canción favorita del pueblo coreano.

Otro ejemplo de orgullo para las mujeres coreanas es la Heroína Thae Son Hui, primera pilota de la República. Le llama ave fénix.

En respuesta al orden del gran Líder Kim Il Sung de organizar una tripulación femenina de tanque, las jóvenes que servían de enfermeras o pilotas de automóviles se le alistaron con determinación, dominaron el equipo técnico en apenas de 5 meses, se pusieron en la delantera de las batallas e hicieron resonantes méritos.

Al arrestarse mientras combatía al enemigo incorporada en la Guerrilla Popular Jinamsan, Jo Ok Hui, presidenta del comité distrital de la Unión de Mujeres de Pyoksong, mantuvo la constancia revolucionaria mostrando la entereza de las mujeres coreanas. Su indoblegable espíritu de lucha está inscrito en letras mayúsculas en la historia de la patria junto con el calificativo de primera Heroína de la República.

La contribución sacrificadora de mujeres a la victoria en la guerra se notó también en la retaguardia.

Fabricaron municiones de guerra haciendo funcionar máquinas con las manos durante el apagón, labraron la tierra tirando del arado en lugar de bueyes y se expusieron a la lluvia de balas con materiales el apoyo al frente.

De ellas sobresale la Heroína Sin Pho Hyang (obrera de la entonces Fábrica de Maquinaria de Rakwon), quien, en apoyo al gran Líder, le dijo que si nosotros salimos victoriosos en la guerra, la restauración no será problema.

Y siguiendo el ejemplo de la Heroína Kim Rak Hui, precursora del movimiento masivo de aradoras, numerosas mujeres desafiaron a los bombardeos intensos de los aviones enemigos y aseguraron el aumento de producción de cereales no dejando ni una sola pulgada de tierra sin cultivar.

Mediante el ahorro de materiales y el trabajo patriótico para la victoria en la guerra, las mujeres donaron aviones, tanques y buques con el nombre de Unión de las Mujeres y Madre, que dieron ráfagas de fuego a los agresores.

Elogiando alto el papel de las mujeres en la guerra, el gran Líder dijo que verdaderamente son heroicas las mujeres coreanas y les dio el calificativo de poderosa contingente combativa, no conocida por el mundo.