Jong Ja Im, niña del jardín infantil de la Corea socialista, escribió en el diario con el título “La casa en que viven las estrellas rojas”:
Mi querido diario, ¿cómo estás? Hoy yo he recibido una estrella roja en el jardín infantil por haber estudiado bien de paduk (un juego de tablero de Corea). …Fueron 36 estrellas cuando pegué las estrellas recibidas en la tabla de mi casa…Yo voy a recibir mucho más estrellas para convertirte en “casa de estrellas rojas”. ¿Qué pasará si se levanten estas casas una tras otra? ¿Mi país se llenaría por las estrellas y se iluminaría esplendoroso? Cuando me crezco, convertiré mi país en un “reino de estrellas”.
Ham Ryong Jong, niña del otro jardín infantil, escribió en su diario:
Gracias al estimado padre Mariscal Kim Jong Un, la leche de amor se nos viene cada día a nosotros. Yo creceré vigorosa bebiendo sabrosamente la leche, y así seré la persona mejor que sostenga nuestro país tan bueno según que indican mis padres.
Ryu Jong Ung, alumno de una escuela primaria, escribió un diario titulado “héroe de satélite”:
…Cuando el satélite “Kwangmyongsong-100” lanzado por mí entró con certeza en la órbita espacial, el padre Mariscal quien observaba todo el proceso del lanzamiento dio unas agradables palmadas por mi espalda diciendo que yo había hecho una cosa loable.
Pero fue un sueño. ¡Qué lástima! Yo voy a estudiar con entusiasmo para realizar sin falta el sueño de ser el “héroe de satélite”.
En la Corea socialista todos se empeñan por defender estos sueños laudables y preciosos de los niños y trabajan sinceramente por el fortalecimiento y la prosperidad de la patria madre que florece el futuro de los niños.
