Generalmente, las personas solemos decir que parece un sueño cuando estemos en la realidad increíble y magnífica.

En Corea se puede oír por doquier los cuentos concernientes al sueño:

“Ese día cuando fue distribuida la vivienda, parecía un sueño y vi una y otra vez la licencia del empleo de vivienda. ¿Si no vivimos en el régimen socialista, cómo los trabajadores ordinarios como nosotros pudieron ser dueños de las nuevas viviendas excelentes sin pagar ni un centavo? De veras, nuestra sociedad es la del pueblo trabajador.”

“En nuestra aldea también se levantaron nuevas viviendas magníficas en que no se puede encontrar el aspecto antiguo. Y yo también me he hecho dueño de la nueva vivienda.

Yo y mi hermano nunca hemos imaginado en recibir las nuevas viviendas al mismo día.”

“Parece que tuve un sueño. Se encontró con las personas ordinarias como nosotros y tomó fotografías conmemorativas de amor…”

“Todo parece un sueño. Ayer se agitó como fiesta de la mudanza a las nuevas viviendas en la zona de Komdok, hoy la zona de Daephyong y las aldeas rurales se levantan como hongos. Si no es el sueño, ¿cómo se creería que es la realidad?”