Póngase letras de registro Son letras prohibidas

     El Presidente Kim Il Sung dijo:

     “Anteriormente nuestro país carecía de industria mecánica, pero hoy está en condiciones de producir no sólo máquinas e instalaciones medianas y pequeñas sino también equipos metalúrgicos y generadores eléctricos, vehículos motorizados, tractores, excavadoras y otros tipos de máquinas y equipos de gran tamaño, poseyendo así su propia industria de maquinaria capaz de impulsar la revolución técnica en todos sus aspectos.”

     En la década de 1950, en la posguerra, ante el pueblo coreano se presentó de manera urgente la tarea de realizar la mecanización del trabajo agrícola acelerando la reconstrucción técnica de la economía rural.

     Para cumplir esta tarea en Corea de aquel tiempo, se necesitaba mucha cantidad de tractores.

     ¿Entonces cuál fue la medida para resolver este problema en la situación de Corea de aquel tiempo de que casi no tenía la industria de elaboración como la maquinaria?

     Hubo dos métodos: uno-comprar en otro país, otro-fabricar por sí mismo. El método de comprar en otro país fue un método irrealizable teniendo en cuenta a la situación de Corea de aquel tiempo.

     En el sector agrícola de Corea de aquel tiempo se necesitaban unos 30 mil-cuarenta mil tractores para reducir el trabajo duro de los campesinos y hacer el trabajo agrícola. En el caso de la importación de esta mucha cantidad de tractores, demoraba un largo tiempo de 30-40 años solo en el caso de que importaba un mil tractores cada año. Esto fue una cosa indefinida. Además, para importar tanta cantidad de tractores, se necesitaba mucha cantidad de dinero. Pero Corea no tenía el fondo para importar mucha cantidad de tractores ni siquiera hubo un país que quería venderlo según que exigiera Corea. No fue un método apropiado.

     Corea tuvo que elegir el segundo método, o sea fabricar tractores con su propia fuerza. Fue el camino nuevo, el cual se debía iniciar sobre las ruinas. Pero, solo aquel camino podía mecanizar de pronto la economía rural y aumentar dramáticamente la producción agrícola.

     Fabriquemos tractores con nuestra propia fuerza. No hay otro camino.

     Así el PTC y el pueblo coreano decidieron.

     Por supuesto, no fue una cosa fácil fabricar tractores con su propia fuerza.

     En aquel tiempo, Corea no tenía ni el diseño necesario ni la experiencia ni una base de la industria mecánica.

     Además, había unas personas que no lo veían con buenos ojos haciendo una censura de que, para qué se necesitaba la fábrica de tractor en un país tan pequeño como Corea.

     ¿Debería retroceder ante los obstáculos y la censura? ¡Por supuesto que no!

     El pueblo coreano, teniendo una firme decisión de fabricar sin falta los tractores con su propia fuerza, se dedicó a su fabricación.

     Los obreros y técnicos de Corea, a pesar del fracaso repetido, no retrocedieron y trabajaron con mucho empeño, por fin fabricaron el primer tractor. Después, se inició la producción en serie.

     Los obreros coreanos que habían tenido la confianza en la producción de tractores empezaron a fabricar con su propia fuerza los equipos mecánicos tales como el automóvil, el buldózer, la grúa y la nave.

     La resolución y la medida del PTC y del Gobierno de la República que decidieron fabricar con su propia fuerza teniendo la decisión de que no había otro camino fueron verdaderamente ciertas.

     Avanzando por este camino, Corea pudo demostrar firmemente la superioridad de la economía nacional independiente al mundo sin fluctuación económica alguna de alcance mundial y, hoy día avanza vigorosamente hacia la meta elevada de la construcción de la potencia económica.