Los coreanos tienen una costumbre de preparar kimchi con mucha constancia en las familias y darse esa comida entre vecinos para catadura desde mediados de noviembre.
Pero, en 2025 ese hábito se llevó en enero en las aldeas recién construidas para habitantes damnificados por la crecida que hubo a fines de julio del año pasado.
Las viviendas construidas por la solicitud del Partido del Trabajo de Corea y distribuidas gratis a ellos estaban amuebladas incluyendo TV, alimentos básicos y artículos de primera necesidad en las cocinas y cuartos de baño, hecho que emocionó profundamente a los dueños. Sobre todo, ante las tinajas llenas de kimchi las amas de casa derramaron a chorros lágrimas.
Eran comidas preparadas por funcionarios de distritos correspondientes y sus familiares en acato a la noble idea del estimado compañero Kim Jong Un que se esforzó mucho para no causarles a los damnificados alguna incomodidad, por muy pequeña que sea. De tal forma, se llevó tardíamente el hábito arriba mencionado.