Todos los militantes del Partido del Trabajo de Corea ahondan y estudian las ideologías revolucionarias del líder, las líneas y las políticas del Partido y las ciencias y las técnicas modernas, economizando el tiempo.
Todos ellos están concientizados de que las ideologías revolucionarias del líder, las líneas y la política del Partido constituyen el manual de la revolución, la enciclopedia de lucha y vida y la bandera de la invencibilidad y que los éxitos de la revolución y la construcción deben ser garantizados por las ciencias y la técnica.
Estudiando mucho, el hombre puede tener una firme convicción y entusiasmo de hacer la revolución, para así realizar grandes trabajos para la prosperidad de la patria y la felicidad del pueblo elevando la conciencia ideológica y la capacidad creadora. Todos los que se presentaron como ejemplos ante las generaciones venideras en la historia fueron hombres que concedieron prioridad al estudio en la vida cotidiana.
Guardando esta verdad de la historia, todos los funcionarios y los militantes del partido encuentran la meta y el rumbo de lucha y la metodología mediante el estudio entusiasta y continuo.
En medio del fuerte corriente de estudio revolucionario que llena todo el Partido, nacen uno tras otro los funcionarios que se dedican al pueblo preocupándose siempre por él y los prototipos de la época que hacen méritos para la sociedad y la colectividad, la patria y el pueblo trabajando sinceramente en los puestos encargados.
Se incrementan sucesivamente las unidades que logran el salto y las innovaciones ignorando la detención y el estancamiento pese a las difíciles y arduas condiciones y circunstancias.