La defensa de la patria en Corea es la máxima expresión de fidelidad a la obligación cívica.
No hay nada más importante y honroso que defender a costa de la vida a la patria materna que les da la digna vida y lo hace brillar, ni hay una vida más valiosa que la vida dedicada a la defensa de la patria.
Kim In Song y Jang Yong Sil, que viven en la unidad de vecinos No.14 del barrio Hwasong del municipio Ryongsong, tienen un particular placer de haber presentado a sus hijos al puesto de la defensa de la patria.
En la Casa de Maternidad de Pyongyang, cuna de amor, los trillizos nacidos por 291 veces, crecieron sin ninguna preocupación en el regazo de la patria agradecida, y por eso al graduarse de la escuela secundaria superior, fueron reclutados en el Ejército Popular.
Entre los trillizos nacidos en la Casa de Maternidad de Pyongyang hubo trillizos de la familia ordinaria de la tierra de Kujang.
Se crecieron dignamente disfrutando mucho con el amor infinito del PTC que ofrece lo todo no escatimando nada para los trillizos y se pusieron en la misma hora del mismo día en el puesto de la defensa de la patria al graduarse de la escuela secundaria superior en 2020.
Al margen del seno agradecido, no podían vivir ni un momento, razón por la cual, aunque tenían muchos lugares para hacer realidad sus sueños e ideales, tuvieron la opción admirable de consagrar la juventud a la defensa de la patria tomando firmemente el fusil de la revolución.
El camino escogido por los trillizos fue el camino empujado por la vida. Fue el camino de la vida auténtica que no tiene otra opción, el camino patriótico y el de la compensación que eligen decenas de millones de hijos e hijas de este país.