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    En 24 de octubre de 1960, el Gran Dirigente Camarada Kim Jong Il vino al Restaurante Okryu para averiguar de la preparación del banquete para la delegación de un país extranjero que visitó a Corea.

    Informado de que todo iba bien, el Gran Dirigente relató un cuento interesante sobre las comidas bien conocidas en el mundo a los funcionarios y cocineros del Restaurante.

    Los chinos son mejores en cocinar. Las comidas de China y de Francia son mejores. Lo que desarrolló las técnicas cocineras fue Cixi en China y fue Napoleón que lo hizo en Francia. …

    Empezó su cuento con éstas y prosiguió.

    Cixi cometió todas las arbitrariedades y corrupciones y libertinajes tomando todo el poder real después de que el Emperador murió. Ella hizo preparar más de 500 tipos de comidas para una sola vez a los cocineros del palacio imperial. En medio de servir a ella que se aficionaba al lujo y vanidad los cocineros llegaron a adquirir habilidades que empezaron a poner las comidas imitadas al final de la mesa.

    Napoleón de Francia, encarnación de las guerras y explotaciones que ocupó los territorios vastos de Europa también hizo acompañar a los cocineros a los lugares de combates para conocer las técnicas cocineras más avanzadas entre las comidas nacionales las cuales los nobles de los países ocupados le servían y luego hizo convertirlas como las francesas. Desde aquel momento las comidas de Francia fueron llamadas como las “universales” que son penetradas las comidas de varios países de Europa y dicen que fue Napoleón que lo hizo.

    El Gran Dirigente relató tan interesante que los funcionarios y hasta los cocineros le escucharon con gran atención.

    Pasó al tema de las comidas del banquete para la delegación diciendo que las personas de aquel país les gustaban mucho las comidas hechas de holoturias, cangrejos y gambas, puesto que debían prepararlas para las comidas del banquete.

    Al ver que pusieron abundantes en el plato, dio las enseñanzas de que no pasaba de ser despilfarro, así que debían poner para que una persona tomara dos o tres piezas y que quedara uno o dos piezas.

    Los funcionarios y los cocineros no podían contener la admiración al Dirigente que no solo les enseñaba de los conocimientos generales de la comida mundial y de las comidas nacionales que les gustaban a los miembros de la delegación pero hasta la etiqueta de poner las comidas en el plato con amplios conocimientos mejor que los profesionales.