En una ocasión, el estimado compañero Kim Jong Un visitó la fábrica de productos especiales Samilpho.
Durante el recorrido de procesos de producción, se detuvo en la brigada de makgoli, bebida favorita de los coreanos desde la antigüedad. En el mostrador tomó una botella y quitó la tapa.
Un funcionario le dijo que hace frío y sería mejor no probarla. El mandatario le expresó que quisiera catarla como un miembro del pueblo para conjeturar si el makgoli de maíz tendría buena aceptación de los capitalinos.
Y manifestó que da un sabor agrio y agradable, que contendría la rica proporción de azúcar, y agregó que deben elevar su calidad para que makgoli sea una bebida preferida del pueblo.
