La mayor impresión que me dejó el encuentro con el compañero Kim Jong Il es que este se dedica por entero a la causa por la paz y a su pueblo y posee una extraordinaria capacidad de actividad.

El análisis y la calificación perspicaces sobre la situación política y la capacidad militar de nuestro planeta, la medida clarividente para impedir la guerra, la voluntad y determinación como jefe de ejército, todo esto me conmovió mucho.

Me atrevo a decir que precisamente Kim Jong Il, Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea, es el poseedor de la capacidad arriba mencionada.

Se puede saber bien la diestra ingeniosidad militar y la voluntad de paz del Comandante Supremo Kim Jong Il a través de unos hechos publicados en los últimos años.

Al entrar en la década de los 90, el entrenamiento militar “Team Spirit” y el “alboroto nuclear” que EE.UU. y la títere República de Corea maniobraban de manera más abierta provocaban por momentos el peligro de nueva guerra.A principios del año 1993, cuando se hacían más reales la estricta “inspección especial” y las “sanciones colectivas” de las fuerzas reaccionarias internacionales sobre la RPDC, el mundo aseveró que era inevitable el choque militar en la Península Coreana.

Yo también estaba muy preocupado por el peligro de provocación de nueva guerra en Corea, país vecino de Rusia.

Sin embargo, la Corea en vísperas de la tormenta revocó la expectativa.

Un refrán ruso reza que solo el viento fuerte abre la vela grande. El Comandante Supremo Kim Jong Il, poseedor de férrea voluntad y destacada ingeniosidad, tomó una gran decisión y convirtió la adversidad en una circunstancia favorable.

Fue declarado el estado de preguerra en todo el país con la orden del Comandante Supremo, y a cuatro días de eso, el Gobierno de la República declaró el retiro del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

Esta noticia de suma importancia dio a todo el mundo una gran sorpresa y admiración.

El ministro de Defensa Nacional de Francia no escatimó elogios diciendo que la RPDC es completamente diferente de Iraq y que ella tiene un dirigente probado y el ejército y el pueblo bien organizados en lo militar y estratégico.

La gran actividad militar singular del Comandante Supremo Kim Jong Il muestra elocuentemente que él es indudablemente un comandante ilustre con cualidades geniales.

Él era muy inteligente y tenía el carácter tenaz y audaz desde la niñez.

Se puede decir que el ambiente militar de la familia del general famoso, las detonaciones de fusil y cañón de la guerra antijaponesa y el viento de nieve del Monte Paektu dieron una gran influencia al crecimiento de Kim Jong Il.

Kim Jong Il absorbió como esponja el método particular de pensamiento y el arte de mando militar del compañero Kim Il Sung.

Dicen que sus obras y charlas referentes a asuntos militares que fueron publicadas hasta la fecha llegan a miles.

Incluso los generales veteranos se quedan admirados ante su extraordinaria perspicacia e ingeniosidad militar y profundos conocimientos militares.

Aunque me he envejecido en la vida militar, tampoco soy yo una excepción. De eso he confirmado en el encuentro con Kim Jong Il.

Nunca ha existido un gran hombre como Kim Jong Il, quien se dota perfectamente de los rasgos de líder político y posee las cualidades de comandante genial.

De veras, Kim Jong Il es el defensor de la paz y gran comandante genial que abre nuevo capítulo de la historia en las relaciones entre los Estados y pueblos.

(Artículo publicado en 1996 por Dmitri Yazov, Mariscal y decimotercer Ministro de Defensa Nacional de la ex-Unión Soviética)