La continuidad de generaciones es una condición del progreso

El compañero Kim Jong Il, en la obra “Tratar con respeto a los precursores de la revolución es un sublime deber moral de los revolucionarios”, aclaró, a partir de la idea Juche centrada en el ser humano, el profundo significado histórico del asunto de sucesión de las generaciones que tienen la misión de cumplir cabalmente las tareas históricas que se plantean constantemente en diferentes etapas de la lucha por el socialismo.

En dicha obra se han esclarecido en un nuevo plano elevado los principios sociales y morales de tratar con respeto a los precursores quienes cumplieron sinceramente sus deberes y sucedieron ricas experiencias a las generaciones posteriores.

Lo característico de genuinos comunistas son laboriosidad, sinceridad y honestidad. El respeto, la confianza y el afecto entre los comunistas son inconmovibles normas de acción; he aquí el cimiento de la superioridad moral indiscutible de la ideología, el movimiento y la construcción socialistas y de las personas que van realizando todo esto. La victoria del noble moral constituye una condición que posibilita lograr el progreso social en este siglo.

El profundo significado moral que tiene la sucesión de generaciones de los revolucionarios y de los constructores y defensores del socialismo da la confianza en que el camino del desarrollo socialista de toda la humanidad trae el triunfo infaliblemente.

(Artículo publicado en el número 4 (año 1996) del periódico ruso “Patriot” por Vladimir Markov, miembro del comité central del partido de la “Unión de Comunistas” de Rusia)