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La política de virtud es el modo político típico de la Corea socialista que Su Excelencia Presidente Kim Il Sung echó sus raíces con la noble idea de Iminwichon (considerar al pueblo como el cielo) en los días de la revolución antijaponesa y el estimado compañero Kim Jong Il profundizó y completó.

Yo me atrevo a denominarlo con el nombre de Kim Jong Il.

La esencia de esta política es el amor y la confianza.

El principio político de amor y confianza tiene un magno significado histórico como la ley de plusvalía descubierta por Marx. Si Marx argumentó la inevitabilidad del desmoronamiento del capitalismo en el “El capital” que analizó de manera detallada e integral la estructura económica del capitalismo escrito con la mencionada ley como núcleo, el estimado compañero Kim Jong Il implantó la fórmula política adecuada a la naturaleza de la sociedad socialista a base del principio político de amor y confianza, abriendo un amplio camino de avance y victoria final del socialismo.

El amor al pueblo constituye el fundamento en la política de Kim Jong Il.

Su amor al pueblo es noble e ilimitado, y su confianza en el pueblo es absoluta y eterna.

Entonces, ¿con qué palabras podemos describir la confianza de Kim Jong Il?

Su confianza es absoluta. Él siempre deposita confianza en el pueblo y obtiene todas las cosas con ella.

Su confianza es eterna. A uno en que confió lo atiende toda la vida y mueve el mundo entero con la confianza.

Por eso, los coreanos de todas clases y capas, gozan de su confianza, le confían y apoyan su destino y futuro.

Un político elogió la política de confianza y de virtud del estimado compañero Kim Jong Il como “palanca de Arquímedes”, y yo también estoy de acuerdo con él.

El matemático Arquímedes proclamó que si tuviera solamente un punto de sostén, levantaría la Tierra con la palanca. Esa teoría queda aun como posibilidad de teoría científica no realizada, pero la humanidad posee hoy el “punto de sostén” y “palanca” que puedan llevar el mundo al futuro luminoso del socialismo, gracias a Kim Jong Il.

Yo confirmo sin vacilación que esos son precisamente el modo político de Kim Jong Il y el socialismo a estilo coreano centrado en las masas populares.

(Artículo publicado en 1996 por Víctor Anpilov, secretario del comité central del Partido Obrero Comunista de Rusia y presidente del comité ejecutivo del movimiento “Rusia Trabajadora”)