Un día otoñal de 1926, cuando el gran Líder Kim Il Sung buscaba en la Escuela Hwasong el camino para salvar el destino de la nación pisoteada, propuso el asunto de qué sociedad debía establecerse después de lograr la independencia en Corea durante el seminario de la Historia de la revolución mundial.
Uno insistió en la sociedad capitalista, otro en la dinastía feudal y algunos expusieron que eso es un problema a discutir después de la independencia argumentando que era absurdo hablar de eso antes de alcanzar la independencia.
Entonces, Kim Il Sung dijo con énfasis que en la Corea liberada no podían cumplir una revolución burguesa como en las naciones europeas, ni resucitar el viejo sistema de dominación feudal. Tanto en la sociedad capitalista como en la feudal, los ricos viven con lujo, explotando a las masas trabajadoras. Es inadmisible establecer tal sociedad desigual en Corea, después de independizada, acotó.
El gran Líder declaró que debían establecer en la tierra patria una sociedad libre de la explotación y opresión, donde los obreros, campesinos y demás sectores de las masas trabajadoras vivieran felices.
Así, convenció fácilmente de que la sociedad comunista es la que debían levantar después de la independencia nacional.