Un día de septiembre de 1945 el gran Líder Kim Il Sung visitó el comité del partido en la ciudad de Wonsan, con cuyos miembros platicó sobre la construcción de nueva patria.

Les dijo que los funcionarios tenían asumida la tarea de iluminar a amplias masas populares el camino a seguir de la Corea liberada y movilizarlas a la construcción de nueva patria. Y les enseñó de forma comprensible, una tras otra, el carácter y la misión de la revolución que debían cumplir.

Les indicó que el camino a seguir de la Corea liberada en la fase de la revolución democrática antiimperialista y antifeudal era el de la democracia progresista y que el Estado a levantar en la tierra liberada era un Estado democrático soberano e independiente. Y les afirmó que eso era la línea de construcción del país y el camino que desean las masas populares.