En otoño de un año el gran Dirigente Kim Jong Il visitó las viviendas de una granja recién construidas.
Luego de recorrer las viviendas con habitaciones de calefacción eléctrica, cocinas y cuartos de baño espaciosos, se mostró muy satisfecho alabando la construcción inmaculada.
En esa ocasión señaló que distribuir a todo el pueblo las viviendas tan magníficas como ellas era su deseo y determinación.
El deseo del gran Dirigente se hace realidad hoy en todas partes del país gracias al sublime concepto del estimado compañero Kim Jong Un sobre el pueblo y su acertada dirección.