Una noche de noviembre de 2016, un niño del distrito Musan de la provincia de Hamgyong del Norte, tuvo un sueño: Junto con sus condiscípulos fue al Campamento Internacional de Niños de Songdowon y pasó días alegres en el acuario, en la piscina cubierta y en otras instalaciones de recreo.

Fue cuando estaba en pleno apogeo la rehabilitación de la región inundada en la que vivía el niño. Por una medida tomada por el estimado compañero Kim Jong Un, alrededor de mil niños escolares de la región partieron al Campamento Internacional de Niños de Songdowon.

La envidia se había convierto en el sueño, pero ese sueño se ha hecho realidad, ya que el Mandatario hizo invitar al Campamento a más de 600 niños de la región dañada excluidos en dicha partida.

He aquí una parte del diario del protagonista del sueño:

“Según la explicación de un maestro el Campamento no da servicios en noviembre y ni una vez vinieron allí los niños de tan tierna edad como nosotros. Esta vez, pude percibir lo fervoroso que es el amor del estimado Mariscal hacia los niños escolares de la zona septentrional del país dañada por el desastre natural.

Nos sirvieron platos ricos y exquisitos en cada hora de comida y cada momento de la jornada era alegre y agradable.

De veras, el Mariscal Kim Jong Un es el padre de los niños escolares de todo el país.”