El 6 de junio de 2012, luego del acto en festejo del aniversario 66 de la fundación de la Organización de Niños de Corea, el estimado compañero Kim Jong Un se reunió con los cuadros e insistió en celebrar anualmente con solemnidad ese día de los niños afirmando que la efeméride les habría servido de otro motivo de grabar en la mente la necesidad de dar importancia a la educación de las generaciones venideras.
Es preciso criar a los niños escolares como fidedignos pilares de la revolución, dijo y aseveró que de ellos, continuadores de la revolución y protagonistas del futuro, dependen el futuro del país y el destino de la patria, razón por la cual él ya había enfatizado en el discurso de felicitación que si el Ejército Popular y la Unión de la Juventud constituyen la patrulla de la revolución en llevar adelante la causa del Partido, la Organización de Niños es la reserva de esa patrulla.