Un día de agosto de 1999 el gran Dirigente Kim Jong Il recorrió el baño recién construido en el barrio obrero de Mubong del distrito de Samjiyon (de aquel entonces).

Durante el recorrido preguntó a funcionarios la temperatura de agua en depósitos. Ante la respuesta se mostró desaprobado.

A los funcionarios que no entendían el por qué, explicó que era muy probable que algunas personas no quisieran sauna y que no podían decir que todos tomaran sauna en el baño.

Eran palabras de profundo sentido de que en cualquier labor debían satisfacer de forma primordial la comodidad del pueblo y de que solo cosas que agraden al gusto de los usuarios podían ser aprobadas.

En acato a sus palabras, la temperatura de agua en dicho baño fue reajustada para la comodidad de los usuarios.