Un día de agosto de 1999 el gran Dirigente
Durante el recorrido preguntó a funcionarios la temperatura de agua en depósitos. Ante la respuesta se mostró
A los funcionarios que no entendían el por qué, explicó que era muy probable que algunas personas no quisieran sauna y que no podían decir que todos tomaran sauna en el baño.
Eran palabras de profundo sentido de que en cualquier labor debían satisfacer de forma primordial la comodidad del pueblo y de que solo cosas que agraden al gusto de los usuarios podían ser aprobadas.
En acato a sus palabras, la temperatura de agua en dicho baño fue reajustada para la comodidad de los usuarios.