¡Entrar en el pueblo! Este fue el credo inconmovible del gran Líder Kim Il Sung, quien ha aplicado invariablemente el ideal de Iminwichon (considerar al pueblo como el cielo) a la práctica revolucionaria.
En toda su vida siempre estaba en el pueblo, reflejó toda la aspiración del pueblo en las líneas y políticas del Partido y del Estado, movilizó su inagotable fuerza y de esta manera realizó milagros y cambios seculares.
Insistía en que en el pueblo hay filosofía, literatura y economía política y resolvía todos los problemas apoyándose en las masas populares y movilizando su fuerza e inteligencia. He aquí la extraordinaria grandeza de su dirección con total entrega al pueblo que resultaba siempre la victoria brillante en el proceso revolucionario y constructivo.