Fue cuando el gran Líder Kim Il Sung dirigía la reunión consultiva de los funcionarios responsables del Consejo de Administración (de aquel tiempo) y del sector económico de la provincia de Hamgyong del Sur.

Un tema fue la construcción de una fábrica de caucho sintético y se presentó la opinión de que con la tecnología química de entonces era imposible eliminar por completo la contaminación ambiental.

Afirmando que no habría la necesidad de discutir el asunto si no era posible solucionar el problema, el Líder subrayó que nunca era permisible construir una fábrica o una empresa que perjudicaría la vida de la población con la contaminación del ambiente y que nunca se podía conciliar con ella.

No permitir nada si es perjudicial para la salud y felicidad del pueblo fue la máxima del gran Líder en toda su vida.