Un día de marzo de 1995, el gran Dirigente Kim Jong Il dijo a los funcionarios que las mujeres coreanas, siguiendo con lealtad la dirección del Partido, dedicaban toda la fuerza e inteligencia a la construcción socialista destinada a hacer más poderosa el país.

Y continuó que debían celebrar por todo lo alto el Día Internacional de la Mujer en nuestro país que tiene una historia brillante del movimiento femenino.