Un día de hace unos años el estimado compañero Kim Jong Un visitó el Lugar de Interés-Histórico Revolucionario de la Guerra de Liberación de la Patria, donde se mostró muy satisfecho por su buen acondicionamiento como patrimonio nacional y base de educación integral diciendo que con él podían transmitir generación tras generación la original idea militar del gran Líder Kim Il Sung y sus hazañas acumuladas en la lucha antiimperialista y manifestar una vez más ante el mundo la voluntad del ejército y el pueblo coreanos de continuar para siempre las tradiciones de victoria creadas por las generaciones antecedentes.

Un rato después, dijo que el gran Líder había acumulado hazañas inmortales en la historia de la revolución de Corea y del mundo con la victoria en la Guerra de Liberación de la Patria y enfatizó que constituían el patrimonio eterno de la revolución coreana, indeleble e insustituible por nada, los objetos y datos del lugar que testimoniaban la verdad de que un ejército y pueblo saldrían siempre victoriosos en la lucha revolucionaria al contar con la dirección de gran líder y cuán importante era el papel de este en ella.