Fue cuando el estimado compañero Kim Jong Un recorría la sala de juegos electrónicos del Área de Recreo Popular de Rungna.

Observó las instalaciones de juego, pero no le caía bien su distribución, porque estaban poco distanciadas de la pared debido a los enchufes colocados en el suelo.

Un rato después, se dirigió a la parte trasera de un aparato para averiguar la distancia de la pared.

Y aconsejó en la voz baja que sería mejor pegar los enchufes y las instalaciones a la pared para facilitar la ida y vuelta de los visitantes y la utilización de instalaciones de recreo.

Así que, fueron desaparecidos los espacios inútiles y fue ampliado el paso.