En el discurso titulado sobre la construcción del Partido, el Estado y las fuerzas armadas en la patria liberada pronunciado ante los cuadros militares y políticos el 20 de agosto de 1945, el gran Líder, camarada Kim Il Sung dijo que al hacerse efectiva la histórica causa de la restauración de la patria, surgían ante ellos nuevas tareas combativas y que debían llevar continuamente hacia adelante la revolución coreana y construir con las fuerzas del propio pueblo coreano un Estado soberano e independiente, rico y poderoso, basándose en el éxito de la victoria ya alcanzada.

En la línea de edificación de Estado, el gran Líder aclaró la inquebrantable posición independiente consistente en que el pueblo coreano debía construir nueva patria, no con ayuda ajena, sino por propia cuenta, conforme a las condiciones concretas del país como lo hizo en el logro de la causa histórica de liberación nacional.