Póngase letras de registro Son letras prohibidas

El estimado compañero Kim Jong Un, en el mensaje enviado a los participantes de la V Conferencia de Precursores de las Tres Revoluciones, aclaró que el espíritu que está patente en toda la línea de las tres revoluciones adquiere un carácter estrictamente independiente por exigir la culminación de la revolución del país con nuestros propios recursos, y su esencia consiste en consolidar por todos los medios las propias fuerzas revolucionarias.

Escribió que en el trayecto histórico hacia el socialismo y el comunismo las tareas de cada fase revolucionaria y las condiciones objetivas y subjetivas varían constantemente, pero nunca la estrategia de la revolución, que considera su sujeto como lo más sustancial.

Las tres revoluciones constituyen remedio fundamental en el fortalecimiento de fuerzas revolucionarias propias.

El gran significado y la eterna vitalidad de las tres revoluciones radican en cultivar unas propias fuerzas confiables en que deben apoyarse en todo momento para el cumplimiento de la causa socialista, que implica recorrer un camino inexplorado y superar desafíos y dificultades imprevisibles.

La gran transformación de la Corea del Juche, que supo metamorfosear por completo al hombre, la naturaleza y la sociedad en un tiempo récord, fue lograda al pie de la letra a través de las tres revoluciones. Y también son victorias de esa línea todos sus milagros que maravillan al mundo.

Por las tres revoluciones, ya en los albores de la nueva patria, el pueblo coreano se forjó como un pueblo heroico capaz de allanar su destino por cuenta propia, y la República Popular Democrática de Corea, desde las cenizas, ha emergido como toda una potencia de independencia, autosostén económico y autodefensa, y una fortaleza incólume ante las convulsiones políticas mundiales y retos inauditos.