Un día de mayo de 1986 el gran Dirigente
Subrayó que el valor de la vida auténtica en nuestra época se encuentra en seguir con lealtad la idea y el propósito del Partido y el Líder, y en la lucha abnegada por la victoria de la causa revolucionaria autóctona, y que vivir con la frente alta sin remordimiento ni vergüenza constituía precisamente la vida auténtica en nuestra época.
Continuó que la vida auténtica brilla con cada momento meritorio, que el tiempo ocioso en la vida, por muy momentáneo que sea, jamás se puede recuperarlo con nada y que solo al llevar toda la vida con fidelidad,