La inagotable fuerza ideológica y espiritual de las masas populares es la clave que le permite a la RPD de Corea desarrollarse de continuo, superando múltiples pruebas y dificultades.
En una ocasión el estimado compañero Kim Jong Un dijo a los funcionarios que, para cumplir tareas importantes, no fáciles debido a las múltiples pruebas, debemos tomar como arma omnipotente la fuerza ideológica y espiritual del pueblo y movilizarla por todos los medios.
Aquella fuerza es la más fuerte en el mundo.
Para el pueblo fuerte en lo ideológico-espiritual no hay ningún obstáculo insuperable ni fortaleza inexpugnable.
El recurso más grande para la prosperidad de país no son bienes ni recursos naturales.
La fuerza ideológica y espiritual, inmensurable e incomparable con nada es la garantía y arma omnipotente para el desarrollo próspero del país.