En junio de 1968 los funcionarios del sector correspondiente enviaron al gran Líder, camarada Kim Il Sung varias muestras de calzados fabricados para la población y esperaban la conclusión.

Unos días después en julio, los funcionarios que recibieron la caja con las muestras de calzados que había visto el gran Líder la abrieron apresuradamente.

Todos los calzados en la caja tenían esquelas en las cuales estaban escritas detalladas instrucciones del gran Líder sobre los calzados.

Los funcionarios se quedaron conmovidos leyendo una tras otra las esquelas en que estaban escritos dos o tres enmiendas en unos calzados y más de diez enmiendas en los otros.

Como que el gran Líder prestaba profunda atención al problema de calzados de la población, vio tantas muestras de calzados y dio detalladas instrucciones dedicando sus horas preciosas, a pesar de que estaba tan ocupado.