Un día de enero de 1966, el gran Dirigente Kim Jong Il llamó a un funcionario del sector correspondiente para averiguar el plan de la labor con motivo del vigésimo aniversario de la fundación de la Organización de Niños de Corea.

Cuando el funcionario le respondió que no había organizado acto grande, el gran Dirigente dijo que no necesitaba organizar en gran dimensión otros actos conmemorativos pero que el acto del vigésimo aniversario de la organización de niños había que realizar en gran dimensión, y ordenó establecer bien y de nuevo el plan del acto.

Poco después, el funcionario se dirigió al gran Dirigente con el plan del acto, el cual le parecía demasiado ambicioso que había sido establecido en la consulta con los funcionarios correspondientes.

Pero, el gran Dirigente dijo por qué el plan era tan pasivo y le aconsejó al funcionario que sería más eficaz crear la pizarra humana en la Reunión Conjunta Nacional de la Organización de Niños. Y le encomendó que revisara de nuevo el plan del acto y pensara que si no había alguna omisión.

El funcionario revisó cada artículo del plan pero no le parecía que había alguna omisión.

El gran Dirigente, sumergido en reflexión por algún momento, dijo que estaban omitidos los fuegos artificiales, que se disparaban hasta aquel momento solamente en las grandes fiestas de escala nacional, y que en esa ocasión había que dispararlos en la fiesta de los miembros de la organización de niños.

Así, el 6 de Junio, día de fundación de la Organización de Niños de Corea, fue conmemorado solemnemente como gran fiesta nacional.