Fue un día de enero de 2012.
Cuando estaba recorriendo una fábrica de máquinas, el estimado compañero Kim Jong Un encomendó a un funcionario responsable la tarea de terminar en el máximo nivel de calidad la construcción del Complejo de Servicios de Higiene Kangsong que la fábrica efectuaba con sus propias fuerzas, encargándolo a la unidad más poderosa y de mucha experiencia en la construcción en el Ejército Popular.
Los constructores militares, con la convicción y voluntad de responder con lealtad a su confianza y esperanza, lograron el milagro de terminar durante un poco más de 70 días la construcción de este complejo moderno.
Ese año el estimado compañero Kim Jong Un visitó otra vez esa fábrica el día significativo del Primero de Mayo, fiesta internacional de todos los trabajadores del mundo, y quedó muy satisfecho de que los obreros podían disfrutar plenamente del descanso cultural en un lugar tan espléndido. Evaluó altamente que la unidad del ejército que había sido movilizada en la construcción de ese complejo había hecho un gran trabajo para los obreros de la fábrica, acorde con el propósito del Partido que definió ese año como año para el pueblo. Prosiguió que el Ejército Popular debe estar al frente de la lucha por el mejoramiento de la vida de la población.
Ese día, el estimado compañero Kim Jong Un dio valiosas instrucciones a los funcionarios de la fábrica y a los comandantes de la unidad de que, cuando el ejército piensa en el pueblo y el pueblo aprecia al ejército, esto es precisamente la gran unidad entre el ejército y el pueblo.
