El gran Líder, camarada Kim Il Sung ha sido un gran hombre incomparable con nadie tanto en la altura como en la anchura de su intelectualidad.
Por eso, los que se habían encontrado con el gran Líder, fuera coreano o extranjero, quedaron admirados y asombrados.
La intelectualidad no es la capacidad innata sino el producto social. No puede haber mundo de intelectualidad sin ninguna base ni hubo.
Decimos generalmente que el lugar donde la gente adquiere su rica intelectualidad es la sala de estudio o el órgano docente.
Entonces, ¿cuál fue el fundamento que le permitió al gran Líder subir a la alta cumbre de la intelectualidad?
Fue la práctica revolucionaria.
Son pocos los conocimientos necesarios para la revolución y construcción que el gran Líder había adquirido del maestro de la escuela. Por supuesto, hay algo que asimiló leyendo los libros. Pero, la mayoría de los conocimientos asimiló a través de la práctica entrando estrechamente en el pueblo y compartiendo con él la vida y la muerte, la alegría y la pena.
¡En el pueblo hay filosofía, economía y literatura!
Esto fue el credo y principio rígido del gran Líder que vio en el pueblo al maestro durante toda su vida y que lo materializó en los trabajos y la práctica.
Por eso, el gran Líder tuvo mucho más conocimientos que otros y solucionaba con su perspicacia e inteligencia geniales los problemas complicados en la revolución y construcción.
