Un día de junio de 1999 el gran Dirigente Kim Jong Il visitó la Fábrica de Cosméticos de Sinuiju de la provincia de Phyong-an del Norte.
Recorriendo uno tras otro varios talleres de la fábrica de cosméticos, el gran Dirigente encontró con su gran erudición y perspicacia penetrante los asuntos que tenía que resolver la fábrica y dio a conocer a los funcionarios el corriente mundial de la industria de cosméticos, dando así valiosas instrucciones dirigidas a traer el cambio trascendental en su producción.
Ese día el gran Dirigente indicó detalladamente la orientación de construir nuevamente la fábrica en el lugar de buen paisaje con árboles y montaña.
Cuando visitó la Fábrica de Cosméticos de Sinuiju que estaba en construcción, dio valiosas instrucciones vinculadas con la construcción de la fábrica, incluso la construcción cualitativa de la fábrica que respondiera al gusto moderno, el suministro de aguas industriales y la forestación de los alrededores de la fábrica.
Seguidamente de enero de 2001, en diciembre cuando se terminaba ese año, el gran Dirigente visitó la Fábrica de Cosméticos de Sinuiju que se había construido nuevamente.
Cuando dirigía sobre el terreno la fábrica, el gran Dirigente indicó que había que fabricar los cosméticos de diversas variedades y de acuerdo con el gusto de las mujeres y mejorar su calidad.
El gran Dirigente instruyó:
Hay que hacer igual la calidad de todos los cosméticos. En el socialismo hay que fabricar buenos productos de igual calidad y suministrarlos a la población. No se debe hacer diferente la calidad de los productos, tratando a los habitantes iguales, pues si no, algunos podrán utilizar los cosméticos de buena calidad y otros de baja calidad.
Ese día el gran Dirigente dio detalladas instrucciones, incluso al asunto que se presentaba en el embalaje de los cosméticos y en la normalización de su producción.
El cosmético “Pomhyanggi”, producto de fama mundial, nació así en virtud del cálido amor al pueblo y abnegados esfuerzos del gran Dirigente.