Un día de noviembre de 1974 el gran Líder, camarada Kim Il Sung visitó una fábrica textil construida nuevamente.
El gran Líder, que visitaba esa fábrica por segunda vez después de su inauguración, recorría la fábrica mirando solícitamente a las obreras que trabajaban con ahínco manejando hábilmente los equipos modernos, y de repente se paró en un lugar. Llamó a una operadora y le preguntó si no sentía calor, cuántos grados era la temperatura interna y hasta qué grado subía la temperatura en verano. Y ordenó a los funcionarios poner el aire acondicionado y tomar medida para controlar la temperatura.
Después de recorrer ese día la fábrica, el gran Líder dio instrucciones minuciosas: proveer el automóvil que las madres en lactancia de la fábrica textil podían tomar para amamantar, construir más albergues y afianzar la temperatura del corredor construyendo la entrada del corredor no en dirección frontal, sino por el lado.
