Fue una vez cuando el estimado compañero Kim Jong Un recorría por el Museo de la Historia Revolucionaria de Changsong.
Al entrar en la sala número 7, Kim Jong Un se paró en el lugar donde fueron colocados los documentos fotográficos con imagen del gran Líder, camarada Kim Il Sung quien dirigía la histórica Conferencia Conjunta de Changsong de los Trabajadores Locales del Partido y de la Economía.
En aquel lugar fueron exhibidos el discurso de conclusión de la Conferencia Conjunta de Changsong escrito por el gran Líder y el micrófono usado por él.
Kim Jong Un, sumergido en profundos recuerdos, leía inclinado el discurso de conclusión de la Conferencia Conjunta de Changsong, cuando de repente dijo que había que encontrar la grabación de viva voz del gran Líder en aquella conferencia.
Los funcionarios se quedaron sorprendidos. Porque, hasta aquel momento nadie había pensado sobre esto.
El director del museo le dijo que, aquel día el gran Dirigente había dispuesto poner una grabadora más diciendo que era necesario grabar sin omisión todas las palabras del gran Líder.
El estimado compañero Kim Jong Un dijo atentamente que sí habría y que la encontraran sin falta.
Los funcionarios quedaron infinitamente emocionados frente a la lealtad sublime de Kim Jong Un, quien enaltecía los méritos del gran Líder viendo un objeto histórico.