Póngase letras de registro Son letras prohibidas

Fue en abril de un año.
El Gran Dirigente, Camarada Kim Jong Il, en una ocasión junto con los funcionarios, precisó que, había que poner a toda marcha el trabajo ideológico tomando firmemente el lineamiento de priorización a la ideología para realizar exitosamente el objetivo alto de la lucha, presentada por el partido.
Y dijo con un tono seguro que, la potente fuerza espiritual de las masas populares era la primera riqueza de la nación, con el cual no se podía comparar por nada en el mundo, y era un arma más potente que el arma nuclear.
Los funcionarios estaban entregados a una pasión.
El Gran Dirigente, mirando a los funcionarios, precisó que, había que fortalecer y movilizar cientos de miles de veces la fuerza espiritual del pueblo para el enaltecimiento más alto de la potencia política y militar, y había que movilizar las fuerzas espirituales de los funcionarios y de los trabajadores para producir un auge nuevo en las esferas de la economía, la tecnología científica y de la literatura y el arte.
Mirando con admiración al gran Dirigente, quien había aclarado de modo evidente sobre las fuentes principales que podían producir un auge en la construcción de la potencia socialista, los almas de los funcionarios estaban llenos de un orgullo de contar con un dirigente, gran hombre extraordinario que siempre enaltecía la victoria con el poderío de la ideología.