El Presidente Kim Il Sung quien prestó profunda atención a la labor docente de las generaciones venideras durante toda su vida dijo, en el tiempo temprano, que la labor docente no es una profesión sino la labor revolucionaria, y les dio a los maestros el título precioso del revolucionario profesional que forman a las generaciones venideras como sucesores de la revolución.
En junio de 2005, el gran Dirigente Kim Jong Il dio una gran confianza de que todos los maestros que dedican todo lo suyo a la labor docente de las generaciones venideras pensando primero en el futuro de la Patria, no en las dificultades de la familia, son patriotas.
En el amor del gran Dirigente que hizo instituir el llamamiento sagrado del patriota, el Orden de Honor de Maestro y la Medalla de Honor de Maestro se reflejan su evaluación elevada a aquellos y la felicitación al porvenir de los educadores que estarían dignos y orgullosos ante la Patria y la nación.
Los educadores coreanos, guardando profundamente la confianza de los grandes hombres sin par que presentaron a ellos como revolucionarios profesionales y patriotas, están imbuidos por el entusiasmo de arder la fuerte llamarada de la revolución de la enseñanza siendo raíces firmes y abono inicial de la enseñanza a las generaciones venideras.