Fue cuando el gran Dirigente Kim Jong Il hizo una visita no oficial a China en junio de 1983.
Durante su estancia, el gran Dirigente se puso en el camino de la visita a un local.
Entonces, el Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de China querría acompañarle.
Él acabó de regresar después de la visita a los países europeos y estaba muy ocupado porque pronto iba abrirse el primer pleno del sexto período del Congreso de los Diputados del Pueblo Nacional.
El gran Dirigente quien sabía muy bien sobre su situación hizo avisar a la parte de China su opinión de que no se acompañara a su visita al local a través de los funcionarios correspondientes de nuestro país porque el Secretario General estaba muy ocupado.
Entonces, el Secretario General dijo que él iba a satisfacer al gran Dirigente Kim Jong Il acompañándose a Qingdao y Nanjing y mostrarle el hotel nuevamente construido.
Antes de la partida, el gran Dirigente dijo al Secretario General que haría la visita al local con los cuadros inferiores.
Entonces, el Secretario General dijo con el tono serio que no podía aceptarlo y que iba a acompañarse a él sin falta.
La insistencia del Secretario General era extraordinaria.
El gran Dirigente se sonrió calurosamente agradeciendo a su sinceridad.
Así que, se extendió la escena extraordinaria de que el Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de China se puso en el camino de la visita al local con el gran Dirigente poniendo a un lado todos los asuntos.