Es que la organización es una matriz que le da la noble vida socio-política a la gente.
El Dirigente Kim Jong Il dijo:
“Para tener una profunda comprensión de lo preciada que es la organización, uno debe valorarla en relación con su vida socio-política.”
En tiempos pasados, se destacó en muchos casos el valor de la organización en relación con la necesidad de la unidad. Para hacer la revolución se precisa la unidad organizativa y sólo la unidad posibilita librar con valor la lucha revolucionaria.
En este sentido se diría que la fuerza de la organización es, precisamente, la de la unidad, que se puede considerar como fuente de la fuerza de los que hacen la revolución, como garantía de su victoria. Sin embargo, el valor de la organización no sólo está ligado con la necesidad de la unidad.
Para comprenderlo mejor hace falta valorarla en relación con su vida socio-política.
Sólo teniendo por matriz el partido y las agrupaciones socio-políticas la gente puede aglutinarse como un ente socio-político con el líder en el centro y disfrutar de una vida valiosa.
Llamamos padre al Líder y madre al Partido porque las organizaciones del partido con el líder en el centro y las agrupaciones socio-políticas son la matriz de nuestra vida socio-política.
Por lo tanto, como los hijos deben amar y respetar a sus padres, los revolucionarios deben estimar como a su madre la organización revolucionaria que le da la vida política. Y deben considerar obligatorio estimar los intereses de la organización más que su propia vida y consagrarle todo lo suyo.