Los intereses humanos por los que aboga la idea Juche no tienen nada que ver con el avaricioso interés personal en que insiste el pragmatismo.
El Dirigente Kim Jong Il dijo:
“Esto (considerar el universo tomando al hombre como dueño) significa tratar al universo partiendo de los intereses de su verdadero dueño, es decir, del hombre.”
Dichos intereses constituyen los del hombre que es ser social con la independencia, la creatividad y la conciencia, es decir los de las masas populares. Pero el pragmatismo pronuncia por los avariciosos intereses personales tales como la ambición de riquezas en pro de la clase explotadora y dominante reaccionaria.
Si se apoya en el punto de vista jucheano se puede optar lo valioso que contribuya a la vida independiente y creadora de las masas populares que quieren vivir y progresar como dueñas del mundo y de su propio destino. Pero, si se atiene al punto de vista pragmático sucede al contrario.
Dichos intereses en la idea Juche son los que consideran inminente y perspectivo, parcial y general.
Pero, el interés del hombre en el pragmatismo es el que persigue sólo el objetivo parcial e inminente haciendo caso omiso del objetivo perspectivo y general. De ahí que los dos puntos de vista resultan contradictorios en las actividades del hombre para conocer y transformar el mundo.
Por ejemplo, según el primer punto de vista, para construir una fábrica y una vivienda toman en consideración la salud de las gentes y para ello invierten muchos fondos aunque sean fabulosos. No obstante, según el segundo punto de vista, si ganan fondos considerables no hacen caso de la destrucción del medio ambiente ni de la salud humana. Está de más decir qué inhumano y miope es esto.
Por lo tanto, debemos rechazar el punto de vista pragmático para verlo y tratarlo todo desde el punto de vista jucheano que parte de los intereses del hombre.
